Desconectar del móvil es esencial para disfrutar del tiempo de forma plena, porque cuando uno está constantemente pendiente del teléfono, es imposible concentrarse en cualquier otra cosa. Los dispositivos móviles se han convertido en una extensión más de nuestro cuerpo, tanto es así que en ocasiones cuesta tanto desprenderse de ellos como si de la propia mano se tratase.

Esta relación de dependencia es insana, como lo es en otros casos en los que se produce una adicción. Porque la adicción al móvil es un hecho y una enfermedad que ya se trata en las consultas de los terapeutas del mundo desarrollado. Evitarlo es posible, tan solo es cuestión de asumir que se usa el móvil de forma descontrolada y aceptar que es necesario desconectar de vez en cuando.

Las notificaciones se cuentan por centenares

Si tienes una gran dependencia del móvil, es posible que te cueste mucho trabajo dejarlo de lado durante unas horas cada día. Empieza poco a poco, con pequeños gestos con los que podrás ir acostumbrándote a la libertad de no tener el móvil pegado a la mano. Con estos consejos podrás realizar cambios en la rutina habitual, de forma que poco a poco irás eliminando la relación de dependencia con el móvil y así, desconectar habitualmente con naturalidad.

Móvil
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Deja el móvil lejos de ti

Tener el móvil cerca es tentativo, por lo que siempre que sea posible debes dejarlo lejos para no caer en la tentación de desbloquear la pantalla y echar un vistazo. Cuando te sientes a comer no pongas el móvil en la mesa, aunque vayas a comer a solas. Disfruta de la comida sin distracciones, sé consciente de lo que estás comiendo, de forma que además de saborear mejor lo que comes, estarás pendiente de lo que haces. Con lo que evitas el riesgo de comer de más o sufrir accidentes domésticos habituales.

Hazlo en compañía

No hay nada mejor para cumplir un reto que hacerlo en compañía. Propón el reto a otra persona cercana, tu pareja, una amiga íntima, un compañero de trabajo con quién tengas buena relación. De esta forma, ambos podréis motivaros y ayudaros a dejar el móvil y desconectar con frecuencia. Cuando compartáis un café, si salís a cenar o sencillamente compartís un rato de diversión, los móviles deben quedar guardados.

Elimina las notificaciones

Las notificaciones son interminables y cuantas más aplicaciones tengas en tu móvil, más avisos y con más frecuencia tendrás. Elimina todas aquellas que sean prescindibles, las redes sociales, los grupos de WhatsApp que no paran, las aplicaciones de tiendas de ropa. Todas son tentaciones constantes, porque ver o escuchar una notificación te llevará a consultar el móvil, aunque sea por ver si es algo urgente.

Deja simplemente las notificaciones imprescindibles, las del correo por si llega algo importante o las estrictamente necesarias. Solo así podrás evitar una tentación constante y una molestia porque en realidad, cada notificación te distrae de lo que estás haciendo. Conecta el modo silencioso para desconectar del móvil y busca momentos cada día en los que dejar el teléfono aparte.