En verano solemos hacer mayor hincapié en la hidratación. O mejor dicho es la deshidratación. En cambio en el resto de estaciones no solemos prestar la atención necesaria a la hidratación diaria.

Cuando hablamos de deshidratación nos referimos a un balance negativo de agua en el organismo, es decir, los líquidos que salen de nuestro cuerpo superan a los que entran. Esta pérdida se puede dividir en diferentes fases:

  • Leve: entre un 1% y un 3%.
  • Moderada: entre el 3% y el 10%.
  • Grave: por encima del 10%.

Basta con tener un nivel de deshidratación por encima del 2% para disminuir la capacidad de la memoria a corto plazo. Y este solamente es uno de los muchos motivos por los que mantener unos niveles correctos de hidratación debería ser prioridad en nuestro día a día, para lo que podemos adoptar algunas rutinas como tener siempre agua cerca.

La deshidratación conlleva muchos riesgos para nuestro organismo

deshidratacion

Mantenerse hidratado especialmente los días calurosos

Es importante prestar mayor atención a colectivos más vulnerables como pueden ser los ancianos, niños y enfermos. También se deben hidratar de manera especial los deportistas. Sin embargo, estar hidratado de una forma correcta es algo que todas y todos debemos tener muy presente, por lo que independientemente de nuestra situación, beber agua será importante.

Síntomas de la deshidratación

Cuando una persona sufre deshidratación se producirán unos síntomas dependiendo de la gravedad. En los primeros momentos, cuando el cuerpo ha perdido un 2% del agua corporal, la sintomatología se centra en sensación de sed y sentir cierto malestar. En ocasiones se puede manifestar sequedad en la piel y pérdida de apetito.

Los síntomas más habituales en todas las personas que presentan deshidratación suelen ser:

  • Ojos hinchados.
  • Boca seca.
  • Orina de color más oscuro.
  • Sed.
  • Pérdida de apetito.
  • Frecuencia cardíaca más alta de lo normal.
  • Falta de elasticidad en la piel.
  • Cansancio.
  • En fases más severas de deshidratación los síntomas se agravan y se presenta:
  • Dolor de cabeza.
  • Episodios de nieve visual.
  • Disminución de la presión sanguínea.
  • Vértigo.
  • Espasmos musculares.
  • Delirios.
  • E incluso, muerte en los casos más graves cuando la deshidratación supera el 15%.

Prevención

  • Beber de 6 a 8 vasos de líquido al día. Lo recomendable es beber líquidos repartidos durante todo el día. No tiene que ser solo agua, también se pueden consumir zumos, sopas, infusiones, refrescos…Estos últimos deben ser tomados con moderación.
  • Tomar alimentos ricos en agua tipo sandía, naranjas o pepino. Estos alimentos siempre dentro de una dieta equilibrada con gran variedad de alimentos.
  • Evitar bebidas como café o té que tienen un efecto diurético. Este tipo de bebidas se recomienda que se tomen con moderación.
  • Consumir fibra. La fibra está incluida en alimentos como las legumbres, los cereales naturales, vegetales y las frutas.