La vitamina D o también conocida como la vitamina del sol que es la responsable de garantizar los niveles necesarios de calcio que necesita nuestro organismo, fundamentales para nuestros huesos y el correcto funcionamiento del sistema nervioso. La cantidad diaria adecuada para garantizar los niveles de calcio y masa ósea varían en función de la edad, siendo vitales en la infancia y la madurez.

La cantidad diaria de vitamina D recomendada para niños es de 5 µg/día (400 U/día) mientras que en adultos de más de 50 años se recomienda aumentar su ingesta hasta 10-15 µg/día. Ahora podemos entender mejor esa pasión de la gente mayor por buscar unos rayitos de sol en plazas y jardines o el de las madres por pasear a sus bebés.

La exposición al sol controlada, un gran beneficio

Alimentos ricos en vitamina D

Son muchos los alimentos a través de los que podemos conseguir el aporte necesario de esta vitamina y otros que sin contenerla de manera natural, la han obtenido a través de procesos productivos especiales. Dentro de los pescados, el salmón y el pez gato son los que más aporte contienen, ya que con tan solo 100 gramos podemos obtener más del 90% de la cantidad diaria recomendada.

De los alimentos enlatados, el atún y la sardina y ampliando el espectro la yema de huevo cruda o las setas tienen también un gran aporte de esta vitamina D.

Exposición Sol
Exposición Sol

Ventajas e inconvenientes de la exposición solar.

La exposición al sol de unos 10 minutos durante tres o cuatro días a la semana garantiza unos niveles adecuados en el organismo, ya que este es el responsable del aporte del 90% de esta vitamina, y en poco tiempo pueden notarse muchas mejoras físicas y psíquicas.

Pero también es cierto que una exposición prolongada puede ser muy dañina para los tejidos de la piel y el uso de cremas protectoras aparece como un factor indispensable.

La vitamina D producida en la piel se almacena en el tejido adiposo y el músculo, a partir de donde se utiliza. Además, otros de los beneficios del sol los encontramos en la prevención de enfermedades como el cáncer de colón, alteraciones de la piel (dermatitis, psoriasis) e incluso, en la depresión afectiva estacional que se sufre en muchos países de climas fríos. Sin embargo, como decíamos una excesiva exposición aumenta las posibilidades de padecer cáncer de piel, envejecimiento de los tejidos, arrugas y manchas. Esto es relevante en los meses cálidos del año.

No debemos olvidar nunca que el puede suponer otros inconvenientes, ya que tiene memoria sobre nuestra piel y que tomarlo de manera excesiva y sin protección nos puede pasar factura. Un dato curioso es que el 20% de las cataratas en los ojos tienen su origen en un exceso de sol.