Jóvenes, niños, mujeres, ancianos u hombres. Cualquier persona, independientemente de su edad, puede tener dolor de rodilla, un síntoma que puede aparecer repentinamente, aunque en la mayoría de los casos surge tras un golpe o una lesión y que, aunque a priori el dolor sea leve, puede ir empeorando poco a poco.
Las causas del dolor son multifactoriales, además de los traumatismos y los golpes, también influyen las sobrecargas, las malas posturas y los desgastes por la edad, tal y como señalan los expertos. Y es que el dolor de rodilla se trata ampliamente desde muchos vértices de la medicina.
El dolor de rodillas tiene muchas causas posibles
Además, el sobrepeso, realizar actividad de forma excesiva o tener antecedentes de artritis también son factores de riesgo para tener en el futuro problemas con las rodillas. El impacto que el dolor de rodilla tendrá en el día a día dependerá de la intensidad. Al ser una articulación de carga, el dolor limitará la movilidad. Mientras mayor sea el dolor, mayor será esa limitación.
Los especialistas indican que cuando duele lo primero que habría que determinar es la capacidad mecánica que tiene esa rodilla, qué grado de carga o de trabajo puede manejar o si hay que hacer descansos con o sin carga. Esto será crucial para determinar el tratamiento para aliviar el dolor.
Entre las medidas para reducirlo se pueden señalar algunas como las siguiente:
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La temperatura es el primer antiinflamatorio. El frío actúa como calmante. A partir de ahí, se puede inmovilizar, según la situación, con rodilleras o férulas.
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Estar en reposo: La mejor indicación cuando el dolor de rodilla es aguda es reposar. En los casos en los que el dolor se vuelve crónico, hay que adecuar la actividad física a la capacidad de resistencia de la persona procurando ni pasarnos ni quedarnos cortos.
- Por último, las rodillas son para toda la vida, por lo que hay que usarlas con prudencia. Hay mucha gente joven que está haciendo maratones sin pensar y hay que usar el cuerpo con prudencia. En el caso de las personas mayores, recomiendan mantener la actividad física y el movimiento, ya que mientras más fuerte esté el cuádriceps, más protegida estará la rodilla. Para conseguirlo la rodilla tiene que ser activada y usada a diario.
Además, ante cualquier situación de alerta o de dolor en nuestras rodillas, deberemos acudir a un especialista para ver qué nos está pudiendo suceder. Por último, tener una musculatura en las piernas que esté bien trabajada también será algo positivo. Esto descargará a nuestras rodillas de mucho trabajo, que a la larga lo agradeceremos.