Los beneficios de una buena educación y un aprendizaje permanente se extienden hasta la vejez. Las personas que se forman bien tienen un cerebro más capaz de compensar las limitaciones cognitivas y neuronales relacionadas con la edad. Así queda de manifiesto en un estudio llevado a cabo por expertos de la Universidad de Zurich, que realizaron un seguimiento a más de 200 personas mayores durante siete años.

Los participantes del estudio no se vieron afectados por la demencia, tenían una inteligencia media o superior a la media y llevaban una vida social muy activa. Fueron examinados neuroanatómicamente y neuropsicológicamente utilizando imágenes de resonancia magnética a intervalos regulares. Basándose en análisis estadísticos complejos, los investigadores pudieron demostrar que la educación académica tenía un efecto positivo sobre la degeneración cerebral relacionada con la edad.

La autora principal del estudio, la profesora Isabel Hotz, usó métodos novedosos para estudiar las llamadas lagunas e hiperintensidades de la materia blanca. Al analizar procesos degenerativos en determinadas personas, estos aparecieron como “agujeros negros” y “manchas blancas” en las imágenes digitales que pueden deberse a infartos cerebrales pequeños e inadvertidos, flujo sanguíneo reducido o pérdida de vías nerviosas o neuronas. Esto puede limitar el rendimiento cognitivo de una persona, en particular cuando la degeneración afecta regiones clave del cerebro.

Anciano

El estudio concluyó que en el transcurso de siete años, las personas mayores con antecedentes académicos mostraron un aumento significativamente menor en estos signos típicos de degeneración cerebral. “Además, los académicos también procesaron la información de manera más rápida y precisa, por ejemplo, al hacer coincidir letras, números de patrones. La disminución en su rendimiento de procesamiento mental fue menor en general”, afirma Hotz.

Aunque hasta ahora no se ha encontrado un vínculo causal entre la educación y la reducción de la degeneración natural del cerebro, al menos parece probable lo siguiente: “Sospechamos que un alto nivel de educación conduce a un aumento de las redes neuronales y cognitivas a lo largo de la vida de las personas, y que acumulan reservas, por así decirlo. En la vejez, sus cerebros son más capaces de compensar cualquier deterioro que se produzca”, aseguran los expertos. También es posible que los cerebros que están activos hasta la vejez sean menos susceptibles a los procesos de degeneración, aunque esto requiere una mayor verificación por parte de los investigadores.