La dieta cetogénica, comúnmente conocida como keto, es una dieta baja en carbohidratos que anima al cuerpo a quemar grasa como principal fuente de combustible en lugar de glucosa. En la medicina contemporánea, la keto se introdujo en la década de 1920 para tratar la epilepsia resistente a los medicamentos, especialmente en los niños. Recientemente, la dieta también ha sido aplaudida por su función médica en el tratamiento de algunos casos de afecciones neurológicas como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, los accidentes cerebrovasculares, los traumatismos cerebrales y las migrañas, entre otras.
Basada principalmente en comidas que contienen altas cantidades de grasas, que incluyen pescado graso, frutos secos, semillas, aguacates, mantequilla y aceites saludables, la dieta cetogénica restringe su ingesta diaria de carbohidratos a un máximo de 5% de las calorías diarias, con un 75 % derivado de las grasas y el resto de proteína.
Los efectos de pérdida de peso de la dieta se deben en parte a la pérdida de peso de agua, junto con una reducción de calorías al evitar los carbohidratos.
Efectos secundarios de la dieta keto
- Gripe cetogénica
Un efecto secundario ampliamente discutido de apostar por la dieta keto es la gripe cetogénica, que imita algunos síntomas de la gripe común. Hay algunos síntomas conocidos como dolor de cabeza, debilidad, estreñimiento, náuseas y vómitos. Estos pueden ocurrir como resultado de que el cuerpo se adapte inicialmente a un estado bajo en carbohidratos con el cambio de fuente de energía primaria de carbohidratos a grasas. Sin embargo, a medida que el cuerpo se adapta, estos síntomas deberían disminuir.
- Deficiencia de nutrientes
Las dietas saludables son generalmente integrales y ricas en frutas, verduras, nueces y semillas, granos integrales, legumbres y contienen menos alimentos de origen animal. Con la dieta cetogénica, muchas de estas fuentes de alimentos no están bien representadas.
Esto puede redundar en una caída de los nutrientes y vitaminas esenciales recibidos por el cuerpo. La dieta keto puede conducir a deficiencias de micronutrientes como el magnesio y el fósforo, así como macronutrientes de compuestos críticos de fibra para la salud de nuestro microbioma intestinal. Privar al cuerpo de grupos de vitaminas y minerales clave puede provocar una caída en los niveles de energía, concentración e incluso calambres musculares, entre otros síntomas.
- Desequilibrio de líquidos y problemas renales
Durante un estado de cetosis, los riñones trabajan más de lo normal, lo que aumenta la micción y la pérdida de electrolitos. Esto puede provocar deshidratación, mareos así como cálculos renales o una lesión renal aguda.
- Niebla cerebral y cambios de humor
Una dieta baja en carbohidratos puede hacer que se produzcan antojos debido a un desequilibrio de macronutrientes. Y aunque esto puede estabilizarse con el tiempo, puede llevar a sufrir efectos secundarios molestos, como la niebla mental. Como el cerebro requiere glucosa de los carbohidratos para funcionar de manera óptima, las dietas extremadamente bajas en carbohidratos pueden afectar el enfoque cognitivo y provocar irritabilidad.
- Mal aliento
El proceso de cetosis puede hacer que desarrolle halitosis porque el cuerpo produce amoníaco durante la descomposición de las proteínas. Como se requiere una gran cantidad de agua para excretar amoníaco, la falta de hidratación adecuada puede causar una acumulación de este elemento en el cuerpo. Sin esta hidratación, puede darse un olor persistente en el aliento.
- Estreñimiento
Se sabe que las dietas ricas en fibra de una variedad de cereales integrales, verduras, frutas y legumbres regulan las deposiciones y reducen la probabilidad de estreñimiento. Las dietas bajas en carbohidratos son, por lo tanto, culpables de que los intestinos trabajen más lentos. Entre los remedios cetogénicos aprobados para contrarrestar esto se encuentran el aumento de la hidratación, el consumo de vegetales sin almidón y la reducción de los lácteos.