¿Entrenar o no entrenar? Durante el embarazo, muchas mujeres no saben si deberían continuar con su rutina en el gimnasio por miedo a que pueda interferir en él. Te explicamos cómo y por qué el ejercicio no lo perjudica.
En el momento en el que una mujer comienza su embarazo le asaltan miles de dudas. Y una de ellas, si se trataba de una persona activa, es si seguir o no haciendo ejercicio. Cientos de estudios respaldan la actividad física en las embarazadas, aconsejando actividades como caminar, nadar, hacer yoga e, incluso, musculación.
Cada trimestre del embarazo tiene sus particularidades
¿Por qué?. Porque el cuerpo de la futura mamá experimenta numerosos cambios durante el transcurso del embarazo. Y estos requieren un considerable esfuerzo físico que, mediante el entrenamiento, puede volverse más sencillo. Por eso es aconsejable la realización de actividad física durante todo el proceso. Un buen acondicionamiento físico puede resultar crucial en el parto. Teniendo en cuenta que durante los tres primeros meses es cuando se forman los órganos vitales del feto. La embarazada debería minimizar el esfuerzo durante el ejercicio, dirigiendo el entrenamiento a ejercicios de flexibilidad y tonificación.
Primer trimestre del embarazo
La atleta debe realizar movimientos lentos y controlados. Además, es conveniente buscar técnicas que trabajen el cuerpo de forma muy efectiva. Como podría ser un ejercicio de hombro en polea manteniendo la carga unos segundos. También se pueden incluir ejercicios de peso libre, utilizando gomas elásticas, haciendo series largas con descansos cortos. En defintiva, la clave del entrenamiento sería realizar movimientos muy controlados. La combinación de la hormona relaxina presente en el embarazo, unida a movimientos rápidos, puede provocar una lesión.
Segundo trimestre
El segundo trimestre del embarazo debe ir orientado a trabajar la musculatura. Sobre todo haciendo hincapié en el trabajo de las zonas lumbar y abdominal, para prevenir el frecuente problema de ciática que sufren muchas embarazadas. Así como para mantener un correcto tono muscular del abdomen que será vital para el empuje en el momento del parto.
De la misma manera, es importante evitar el levantamiento de pesas estando de pie. Ya que es un momento en el que existe un incremento en el nivel de sangre que se puede acumular en las piernas de la embarazada, provocando mareos. También es mejor no realizar ejercicios en los que haya que tumbarse sobre la espalda, ni cualquier otra posición que deje en una posición vulnerable al abdomen, para evitar cualquier accidente innecesario con los aparatos del gimnasio.
Tercer trimestre
En el tercer trimestre del embarazo, la futura mamá tendrá que aumentar el ejercicio cardiovascular. Ya que la ganancia de peso provoca un déficit en el retorno venoso de la embarazada. Sin embargo, es de suma importancia que cada caso sea estudiado por un especialista. Así como un entrenador altamente cualificado para evitar posibles riesgos.
Durante el embarazo, debes dejarte guiar por las sensaciones: si no te encuentras bien o sientes demasiado cansancio, lo mejor quizá sea escuchar a tu cuerpo y descansar. En cualquier caso, si aparece alguno de estos síntomas, deja de practicar la actividad física esos días y visita a tu médico.
- Dolor de cabeza intenso
- Mareos o falta de visión
- Palpitaciones
- Debilidad muscular
- Dolor abdominal interno
- Acumulación excesiva de líquido
- Inflamación en exceso de alguna vena
- Pérdida de líquido o sangrado vaginal