El entrenamiento con el propio peso corporal, también conocido como calistenia, es una forma efectiva y accesible de mantenerse en forma sin necesidad de equipos especiales o membresías en gimnasios. Este tipo de ejercicios utiliza el peso del cuerpo para crear resistencia y desarrollar fuerza, flexibilidad y resistencia. Aquí exploramos algunos de los ejercicios más efectivos y los beneficios del entrenamiento con el propio peso corporal.

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Las flexiones son el ejercicio más conocido que utiliza nuestro propio peso/ Foto: Unsplash

 

El entrenamiento con el propio peso corporal es una excelente opción para quienes buscan mejorar su condición física de manera práctica y eficiente

 

Beneficios del entrenamiento con el propio peso corporal

  1. Accesibilidad y conveniencia: Estos ejercicios se pueden realizar en cualquier lugar, ya sea en casa, en el parque o mientras se viaja. No requieren equipos costosos ni instalaciones especiales.
  2. Mejora de la fuerza funcional: Al trabajar múltiples grupos musculares y simular movimientos naturales del cuerpo, estos ejercicios mejoran la fuerza funcional que se utiliza en las actividades diarias.
  3. Ajuste de la dificultad: Los ejercicios con el propio peso corporal pueden ser modificados para adaptarse a diferentes niveles de condición física. Las variaciones más fáciles o más difíciles permiten progresar gradualmente.
  4. Mejora del equilibrio y la coordinación: Muchos de estos ejercicios requieren mantener el equilibrio y la estabilidad, lo que mejora la coordinación general y reduce el riesgo de lesiones.
  5. Quema de calorías y pérdida de peso: Al ser ejercicios compuestos que involucran múltiples grupos musculares, ayudan a quemar calorías de manera efectiva, contribuyendo a la pérdida de peso y la tonificación muscular.

 

Ejercicios populares con el propio peso corporal

1. Flexiones (Push-ups)

Las flexiones son un ejercicio fundamental que trabaja el pecho, los hombros, los tríceps y el core. Para realizar una flexión correcta:

  1. Colócate en posición de plancha con las manos apoyadas en el suelo a la altura de los hombros.
  2. Baja el cuerpo manteniendo la espalda recta y los codos cerca del cuerpo hasta que el pecho casi toque el suelo.
  3. Empuja el cuerpo de vuelta a la posición inicial.

Las variaciones incluyen flexiones con las rodillas apoyadas para principiantes y flexiones con aplauso para niveles avanzados.

 

2. Sentadillas (Squats)

Las sentadillas fortalecen los músculos de las piernas y el glúteo. Para hacer una sentadilla básica:

  1. Párate con los pies a la altura de los hombros.
  2. Baja el cuerpo como si te fueras a sentar en una silla, manteniendo la espalda recta y las rodillas alineadas con los pies.
  3. Regresa a la posición inicial empujando con los talones.

Variaciones como las sentadillas con salto y las sentadillas pistola (a una pierna) ofrecen mayores desafíos.

 

3. Planchas (Planks)

Las planchas son excelentes para fortalecer el core. Para hacer una plancha básica:

  1. Colócate en posición de plancha con los antebrazos apoyados en el suelo y el cuerpo formando una línea recta desde la cabeza hasta los talones.
  2. Mantén esta posición durante el mayor tiempo posible, evitando que las caderas caigan o se eleven.

Las planchas laterales y las planchas con levantamiento de brazo o pierna aumentan la dificultad.

 

4. Fondos en banco (Tricep Dips)

Este ejercicio trabaja los tríceps, el pecho y los hombros. Para realizar fondos en banco:

  1. Coloca las manos en el borde de un banco o silla, con los pies extendidos hacia adelante.
  2. Baja el cuerpo doblando los codos hasta que estén en un ángulo de 90 grados.
  3. Empuja hacia arriba hasta volver a la posición inicial.

 

5. Elevaciones de piernas (Leg Raises)

Las elevaciones de piernas son efectivas para fortalecer el abdomen inferior. Para hacer este ejercicio:

  1. Acuéstate de espaldas con las piernas extendidas y las manos debajo de los glúteos.
  2. Levanta las piernas juntas hacia arriba sin doblarlas, hasta que formen un ángulo de 90 grados con el torso.
  3. Baja lentamente las piernas sin que toquen el suelo.

 

Conclusión

El entrenamiento con el propio peso corporal es una excelente opción para quienes buscan mejorar su condición física de manera práctica y eficiente. Incorporar estos ejercicios en una rutina regular puede llevar a mejoras significativas en la fuerza, la flexibilidad y la resistencia, todo sin necesidad de equipos sofisticados. Ya sea que estés comenzando tu viaje de acondicionamiento físico o buscando diversificar tu rutina, los ejercicios con el propio peso corporal ofrecen beneficios duraderos para la salud y el bienestar.