¿Alguna vez has sentido que no puedes entender el mundo que te rodea? ¿O como si estuvieras pasando por la vida sin vivirla realmente? Puede que también te hayas sentido aislado, confundido, olvidadizo, distraído, cansado o vacío por dentro. El sentimiento o la sensación que he descrito se conoce como entumecimiento emocional. Cuando alguien se siente emocionalmente adormecido, puede sentir una desconexión temporal de su cuerpo, sus emociones e incluso del mundo que lo rodea. Es posible que la persona realice sus actividades diarias con normalidad, pero no siente ninguna conexión emocional con lo que está haciendo.
Hay muchos síntomas de entumecimiento emocional
¿Cómo reconocer el entumecimiento emocional?
Hay muchos síntomas de entumecimiento emocional, que incluyen:
- Disociación, entendida aquí como la sensación de desconexión del propio cuerpo o de los propios pensamientos.
- Desrealización, referida al sentimiento de desconexión o separación de la realidad o del mundo que rodea a la persona.
- Despersonalización o sentimiento de ser un extraño en la propia vida.
- Distorsión del sentido del tiempo.
- Sentimientos de desesperanza, falta de sentido o vacío.
- Deterioro en el ámbito social y de las relaciones humanas.
- Pérdida de memoria.
- Visión distorsionada del mundo que rodea a la persona. Los objetos pueden parecer planos, tenues, sin vida; los sonidos pueden parecer más fuertes e intensos o más suaves y tenues de lo que en realidad son.
- Falta de gozo o disfrute de pasatiempos activos o habituales.
- Agotamiento físico y emocional.
- Sentimiento de ser un observador más que un partícipe de la propia vida.
No tienen por qué darse todos ellos ni todos a la vez, pero son algunos síntomas o señales que indican que podríamos estar entumecidos emocionalmente.
¿Cómo lidiar con el entumecimiento emocional?
1) Identifica tus sentimientos
Quizá te sientas insensible porque no sabes cómo identificar tus emociones concretas. O porque con frecuencia ocultas tus sentimientos para satisfacer las expectativas de los demás. Si no estás seguro de cómo identificar sus emociones, puedes practicar a identificarlas a través de tu cuerpo y la atención plena. ¿Cómo? De la siguiente manera:
Respira durante tres minutos. En el proceso, observa si estás evitando deliberadamente tus emociones para protegerte. Por ejemplo, si te encuentras en una situación que lo hace sentir incómodo, es posible que sientas «mariposas en el estómago» o tensión en los hombros. Observa los cambios sutiles en tus pensamientos y comportamientos y cómo pueden afectar la forma en que te sientes.
2) Mueve y descansa tu cuerpo
El ejercicio físico y una adecuada higiene del sueño pueden reducir el dolor y el estrés, e incluso aumentar la felicidad. Si sientes un entumecimiento emocional o una falta general de sentimiento positivo, puede ser útil incorporar un poco de ejercicio a tu rutina habitual. No tiene por qué ser extremo, no es necesario salir y unirse a un gimnasio, o esforzarte más de lo que tu cuerpo puede soportar. Incluso las cosas pequeñas, como dar una vuelta por la urbanización, pueden ayudar con esto.
3) Apóyate a ti y en los demás
Apoyarte a ti empieza por expresar las propias emociones. ¿Por qué? Porque cuando no se expresan, se acumulan, abruman, causan fatiga y, finalmente, nuestro cerebro las «apaga». Por eso, en lugar de guardar y acumular, es mejor expresar, soltar y dejar ir. ¿Cómo? Suele ayudar una actividad creativa, como escribir un diario, dibujar o pintar, tocar un instrumento… Te ayudará a conectar contigo y con tus emociones.
Y apoyarte en los demás también te ayudará a conectar, tanto contigo como con el mundo bonito que te rodea. ¿Eres capaz de identificar tu red de apoyo? ¿No? No te preocupes: haz una lista para recordar a las personas que tienes que te han ofrecido apoyo en el pasado. Revísalo cuando necesites un recordatorio de tu red de apoyo. ¡Y llámalos! Incluso simplemente reunirte con amigos para desahogarte puede ayudar a liberar algo de la tensión y el peso que vienen con las emociones extremas.