Estamos tan acostumbrados a que el calabacín esté entre los alimentos de nuestra cocina que a veces no tenemos en cuenta lo bueno que es y lo mucho que nos aporta. Tenemos múltiples formas de cocinarlo y como dato más importante, tiene muchas propiedades nutricionales, entre las que destaca su gran capacidad depurativa y diurética. Si estamos tratando de adelgazar, es un alimento ideal dato que sólo aporta 15 calorías por cada 100 gramos. Es, por tanto, un producto muy poco calórico que se utiliza mucho en dietas de adelgazamiento y para combatir el sobrepeso.
Un ingredientes con muchas opciones culinarias
A la plancha, cocido, en crema o puré, relleno, al horno, en escabeche, en carpaccio… el calabacín es una de esas verduras deliciosas que es buena idea tener siempre a mano en la cocina, porque con un par de ingredientes más nos pueden sacar de un apuro en un momento. Y para que lo tengamos presente, estos son los beneficios que nos aporta tomarlo:
El calabacín, un aliado saludable
- Es un 95% de agua.
- Ayuda a mantener y bajar de peso, por su bajo contenido calórico que comentábamos antes.
- Es rico en vitamina C, lo que estimula el sistema inmunológico, cuida de la piel y las mucosas y favorece la absorción de hierro.
- Es rico en fibra, lo que evita que tengamos problemas de estreñimiento.
- Contiene vitamina B3, que previene la formación de placas de ateroma porque reduce los niveles de colesterol y triglicéridos, mantiene la glucosa a raya y cuida de los huesos.
- Es fuente de provitamina A, un gran antioxidante que evita el envejecimiento prematuro de las células.
- Es rico en pectina y celulosa, lo que lo hace muy digestivo.
- Es fuente de potasio necesario para el equilibrio hídrico del organismo y nos ayuda a eliminar toxinas. Se recomienda a los deportistas, ya que ayuda a una correcta hidratación.
- Contiene calcio para los huesos y magnesio y fósforo para los músculos.
¿Además, sabías que el ser humano consume calabacín desde hace más de 10.000 años? En Estados Unidos es tan apreciado que hasta tiene su Día Nacional del Calabacín, que celebran el 8 de agosto. La flor del calabacín también se puede comer – por ejemplo, en tempura – al igual que la de la calabaza, y es muy apreciada en algunas gastronomías a lo largo de todo el mundo, como las hispanoamericanas.
Como vemos, no solamente es un alimento con muchas opciones en lo culinario, sino que nos aporta mucho a nivel nutricional, con lo en nuestra cocina debe ser un fijo tanto para cuidarnos como para disfrutar de su sabor.