La fase de alarma

La fase de alarma es una reacción de emergencia normal del organismo expuesto repentinamente a una agresión externa.

Se desencadenan diversos cambios fisiológicos, como el aumento del ritmo cardíaco y la presión arterial, la dilatación de las pupilas y el aumento del tono muscular. El estado de alerta, la memoria y la capacidad de pensar aumentan con la adrenalina.

Esta fase de alarma dura entre unos minutos y 24 horas. Después, entramos en la fase de resistencia.

 

La fase de resistencia

También conocida como la fase de resistencia, la fase de resistencia es la respuesta a la exposición prolongada a una agresión.

Las manifestaciones fisiológicas disminuyen, pero el cuerpo recurre a otros recursos para intentar adaptarse a la situación que continúa. En particular, segrega endorfinas, dopamina, cortisol, dopamina y serotonina.

 

La fase de agotamiento

Ante una agresión que se prolonga en el tiempo, nuestro cuerpo no puede hacer frente. Al sufrir, agota sus reservas de energía mientras otras funciones se vuelven menos eficientes.

Las consecuencias pueden ser graves, tanto física como psicológicamente: agotamiento, fatiga crónica, irritabilidad, depresión, daños en el sistema cardiovascular con riesgo de infarto, descenso del sistema inmunitario, etc.

 

 

 

¿Cómo ayuda el magnesio a combatir el estrés?

El magnesio (Mg) es una sal mineral muy importante en el cuerpo humano. Interviene en más de trescientas reacciones metabólicas, desde los huesos hasta el sistema inmunitario y la memoria.

El estrés disminuye la concentración de Mg

Debido a nuestro agitado estilo de vida, estamos constantemente sometidos a situaciones de estrés. Tenemos que apresurarnos a recoger a los niños, rendir bien en el trabajo y mucho más.

Cada vez que nos sometemos a un estímulo agresivo percibido, nuestro cuerpo libera una gran cantidad de norepinefrina. También conocida como norepinefrina, la norepinefrina es una hormona y un neurotransmisor similar a la adrenalina.

Aunque esta molécula proporciona una respuesta casi instantánea, también provoca la excreción de magnesio. En resumen, nuestro cuerpo elimina el magnesio. Como esta sal mineral está menos presente en nuestro cuerpo, ofrece menos resistencia al estrés. Para hacer frente a esto, nuestro cuerpo libera más noradrenalina en el torrente sanguíneo.

Esta nueva liberación masiva de norepinefrina provoca la eliminación de más y más magnesio. Este bucle sin fin conduce a un estado de hipomagnesemia. 

 

El magnesio, el mejor agente antiestrés

 

Para romper este bucle, que inevitablemente conduce a situaciones muy complicadas, basta con compensar la falta de magnesio.

Esto puede hacerse a través de la dieta. Se encuentran grandes cantidades en el chocolate negro, el germen de trigo, las almendras y las verduras. Sin embargo, esto no suele ser suficiente para volver rápidamente a una situación normal. Los complementos alimenticios pueden ayudarle a recuperar un estado más tranquilo más rápidamente.

En efecto, esta ingesta de magnesio reduce la liberación de mensajeros químicos relacionados con el estrés en la sangre. También ayuda a aumentar la secreción de serotonina.