La obesidad es una enfermedad crónica, es decir, que avanza poco a poco. Es producida por el consumo excesivo de grasas, azúcares y carbohidratos, lo que provoca la acumulación de grasa en nuestro cuerpo. Otra causa es que la persona que tiene sobrepeso u obesidad no realiza, o realiza muy poca actividad física en su vida diaria, lo cual con el paso de tiempo vamos a ir notando en nuestro cuerpo.

La obesidad está relacionada principalmente con factores biológicos, sociales, culturales y psicológicos. En su origen intervienen muchos factores. Idealmente su tratamiento debe ser valorado de manera integral por un grupo de especialistas: médicas/os, nutriólogas/os, psicólogas/os y expertos en activación física.

Varios consejos que adaptar a nuestro día a día

Es muy preocupante que a nivel mundial, nuestro país ocupa actualmente el primer lugar en obesidad infantil y el segundo lugar en adultos. La obesidad es un problema de salud a nivel mundial y nacional el cual va en aumento conforme pasan los años, afecta la salud de millones de mexicanas/os, y se ve reflejado en un alto coste económico para las familias y para las instituciones de salud.

El sobrepeso y la obesidad provocan enfermedades crónicas y degenerativas tales como: presión arterial alta, enfermedades del corazón, altas concentraciones de colesterol y triglicéridos, diabetes e inflamación en las articulaciones e infertilidad.

La Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) nos advierte que un conseguir un peso correcto para nuestra salud y mantenerlo no solo se logra haciendo una dieta baja en calorías, sino con un cambio en el modo de vida que conlleva una modificación en los hábitos de alimentación para lograr una dieta más correcta y equilibrada, y haciendo que el ejercicio físico forme parte de la vida cotidiana.

Obesidad, un problema en la sociedad

Además, desde le FEAD ofrecen una serie de recomendaciones para cumplir con ese propósito de cambio de los hábitos:

1 - Respetar la cantidad de los alimentos.

2 - Preparar siempre los platos de forma sencilla y sin fritos, rebozados, empanados o guisos con muchas salsas.

3 - Servir la comida en platos pequeños.

4 - Servir la comida en el plato y no dejar la fuente en la mesa. Al igual con el pan y la bebida: poner en la mesa solo la cantidad recomendada.

5 - Beber abundante cantidad de agua a lo largo del día.

6 - Planificar los menús.

7 - Seleccionar alimentos ricos en fibra, como verdura, cereales integrales o fruta sin pelar.

Así que estos consejos te pueden ayudar para controlar tu peso, algo que deberíamos ir integrando en nuestra rutina diaria y que con el tiempo nos supondrá menos esfuerzo.