El ejercicio físico es una de las actividades que mejor sientan a nuestro organismo y a nuestro bienestar físico y mental, y por eso la práctica deportiva aporta muchos beneficios. Los expertos recomiendan la realización de actividad física moderada al menos 3 veces por semana; de lo contrario, corremos el riesgo de sufrir sedentarismo y otros problemas.
Hacer deporte al menos 3 veces por semana es lo recomendable
Sin embargo, el ejercicio físico en exceso también puede acarrear consecuencias negativas para una persona y para su salud.
Consecuencias negativas del exceso de ejercicio físico
La actividad física controlada puede aumentar nuestra felicidad, mejorar la salud de nuestro corazón, ayudarnos a tener un cuerpo esbelto, reducir el estrés y muchos otros beneficios. Pero, ¿qué ocurre cuando entrenamos en exceso? ¿Qué consecuencias tiene para nuestro cuerpo y nuestra mente? A continuación lo veremos.
1. Vigorexia
Una de las condiciones patológicas que se asocian al entrenamiento físico y, en especial, al entrenamiento con pesas, es la vigorexia. Esta condición es un tipo de trastorno dismórfico corporal en el que la persona se ve menos musculada de lo que está y se obsesiona por tener un cuerpo de gimnasio (es decir, musculado).
El origen de la vigorexia se encuentra en la cultura de la imagen en la que vivimos inmersos. Los medios de comunicación nos envían continuamente mensajes publicitarios sobre el cuerpo perfecto, muchas veces de manera irreal. La obsesión por la dieta y el ejercicio físico puede llevar a una persona a sufrir vigorexia, y la vigorexia puede llevar a un individuo a obsesionarse con el ejercicio físico.
2. Rabdomiólisis
La rabdomiólisis es una condición que se caracteriza por la alteración de las células musculares que causan alteraciones para el organismo y pueden llegar a poner en riesgo la vida de una persona. Su causa puede ser hereditaria, aunque el entrenamiento físico excesivo e intenso también puede provocar su desarrollo. Por ello, para prevenir esta alteración, es aconsejable la realización de ejercicios físicos controlados y en condiciones adecuadas.
3. Lesiones
Las lesiones son frecuentes en deportistas, ya sean de tipo muscular o articular, y, en ocasiones, ocurren sin que el exceso de ejercicio esté presente. No obstante, cuando entrenamos excesivamente y no descansamos lo suficiente somos más propensos a sufrir lesiones. A veces es por la sobrecarga de entrenamiento y otras por la fatiga mental que se produce, la cual provoca que tengamos una técnica incorrecta.
4. Envejecimiento
Practicar deporte de manera moderada puede ayudarnos a sentirnos jóvenes y sanos, no solamente a nivel físico, sino también psicológico y mental. Sin embargo, el esfuerzo excesivo acelera el desgaste de las articulaciones.
5. Problemas cardíacos
Si bien el ejercicio físico moderado es bueno para el sistema cardiovascular, e incluso el entrenamiento intenso cuando se realiza de manera apropiada, el exceso de ejercicio puede causar un incremento de los problemas circulatorios y cardíacos.