El sueño es un estado esencial para la salud y el bienestar humanos, compuesto por varias fases, cada una con características específicas. Una de las fases más intrigantes y críticas es la fase REM (Rapid Eye Movement, o Movimiento Ocular Rápido). Descubierta en la década de 1950, esta fase ha sido objeto de numerosos estudios debido a su papel vital en la consolidación de la memoria, el procesamiento emocional y la restauración física y mental.

 

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La fase REM es en la que ocurren los sueños más intensos/ Foto: Unsplash

 

Características de la fase REM

La fase REM se caracteriza por movimientos oculares rápidos, actividad cerebral similar a la que se experimenta en la vigilia y una atonía muscular casi completa, lo que significa que los músculos del cuerpo se encuentran temporalmente paralizados. Esta parálisis es una función protectora que evita que actuemos físicamente los sueños vívidos que ocurren durante esta fase. La fase REM también se distingue por un aumento en la frecuencia cardíaca y respiratoria, así como fluctuaciones en la presión arterial.

Durante una noche de sueño, el ciclo REM ocurre aproximadamente cada 90 minutos y se alarga en cada repetición. En total, una persona adulta pasa alrededor del 20-25% de su tiempo de sueño en esta fase. Es en esta etapa donde ocurren los sueños más vívidos y emocionalmente intensos, lo que subraya su importancia en el procesamiento emocional y la salud mental.

 

A través de la consolidación de la memoria, el procesamiento emocional y la facilitación de la creatividad, la fase REM permite al cerebro y al cuerpo rejuvenecer y adaptarse a las demandas del entorno

 

Funciones de la fase REM

  1. Consolidación de la memoria: La fase REM juega un papel crucial en la consolidación de la memoria. Durante esta fase, el cerebro procesa y organiza la información adquirida durante el día, transfiriendo recuerdos desde la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo. Estudios han demostrado que la privación de REM puede afectar negativamente la capacidad de aprender y retener nueva información.

  2. Procesamiento emocional: La fase REM está implicada en el procesamiento y la regulación de las emociones. Durante esta fase, el cerebro revisita y reorganiza experiencias emocionales, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad. Esto explica por qué la falta de sueño REM puede contribuir a trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad.

  3. Creatividad y resolución de problemas: Se ha sugerido que la fase REM está vinculada a la creatividad y la capacidad de resolver problemas. Los sueños REM permiten al cerebro hacer conexiones nuevas e inesperadas entre ideas, lo que puede facilitar la solución creativa de problemas.

 

Impacto de la privación de REM

La privación de la fase REM puede tener consecuencias significativas. Las personas privadas de REM pueden experimentar irritabilidad, dificultad para concentrarse, deficiencias en la memoria y problemas emocionales. Además, se ha encontrado que la privación crónica de REM puede tener efectos a largo plazo en la salud mental y física, incluyendo un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

 

Conclusión

La fase REM del sueño es un componente esencial del ciclo del sueño, crucial para la salud cognitiva, emocional y física. A través de la consolidación de la memoria, el procesamiento emocional y la facilitación de la creatividad, la fase REM permite al cerebro y al cuerpo rejuvenecer y adaptarse a las demandas del entorno. Dada su importancia, es fundamental reconocer y abordar los factores que pueden interferir con esta fase del sueño, asegurando así un bienestar integral y una vida más saludable.