La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo de al menos 400 gramos diarios de fruta y de verdura, esto son, unas tres piezas de fruta diaria. De estas, al menos una de ellas se puede ingerir como zumo natural, ya que de esta forma contiene menos azúcares.
Sin embargo, no todos cumplen esta regla. Lo que puede deberse al temor acerca de las supuestas calorías de determinadas frutas y ciertos rumores sobre si engordan. Hay algunos falsos mitos sobre las calorías de la fruta y los expertos nos dan las claves para introducirlas en nuestra dieta.
Los dátiles son la fruta que más calorías contiene, unas 273 kcal por cada 100 gramos, estando el producto seco sin azúcar añadido. A pesar de este dato, constituyen una importante fuente de fibra, ya que aportan el 36 por ciento de la cantidad diaria recomendada para un adulto.
Los dátiles destacan en minerales
No destacan tanto por su aporte en grasas y proteínas como en minerales como magnesio, hierro y potasio, convirtiendo a los dátiles en frutas ideales para los hipertensos y eficaces como antioxidantes gracias a su alta concentración en selenio. Resultan perfectos para quienes practican deporte, para el crecimiento de niños y jóvenes e, incluso, para prevenir el envejecimiento. A pesar de todos estos valores nutricionales, algunos especialistas han desaconsejado su consumo en dietas de adelgazamiento o para diabéticos.
La papaya, la fruta con menos calorías
Por otro lado, la fruta que menos calorías aporta es la papaya, con solo 13 kcal por cada 100 gramos. Hecho que puede deberse a su baja concentración de azúcares, proteínas y grasas. Es un potente antioxidante gracias a su alto contenido en vitamina C y A, sin olvidar su aportación de potasio y magnesio.
Coincidiendo con los beneficios de los dátiles, supone un alimento favorable en el tratamiento de la hipertensión, la diabetes y en sus propiedades antienvejecimiento. Asimismo, alguno de sus compuestos no solo reduce la glucemia, sino que disminuye el colesterol y los triglicéridos, previniendo lo obesidad y contribuyendo con la regeneración de las células del páncreas.
Si bien es cierto que no ayuda en una bajada del peso corporal, a pesar de sus pocas calorías, tampoco lo aumenta y evita la retención de líquidos.
Es por esto que, tras comprobar que comparando la fruta más calórica y la menor ambas resultan tener beneficios muy similares para la salud, podemos confiar en que, pese a sus contenidos en azúcares, la fruta solo aporta propiedades nutricionales.
En cuanto a las conjeturas sobre que determinada fruta engorda, muchos expertos lo consideran un mito. Recientemente se ha publicado un estudio donde se observa que la incorporación de fruta o de verdura en la dieta no conlleva un aumento del peso corporal.