La articulación del hombro es una de las articulaciones que más se lesionan habitualmente, y desde el punto de vista de los especialistas, una de las que más sufre en nuestro día a día y en los gimnasios o practicando cualquier deporte, especialmente aquellos que necesitan un esfuerzo de fuerza.

El hombro está formado por un conjunto de articulaciones como la articulaciones glenohumeral, acromioclavicular, escapulohumeral y esternoclavicular, y está íntimamente influenciado por otras estructuras como son la columna dorsal y cervical; de ahí que sea uno de los más frecuentes motivos de consulta en la práctica clínica.

El hombro está formado por un conjunto de articulaciones

En nuestra vida diaria y en especial en el gimnasio, debemos tener en cuenta factores que pueden provocar dolencias y lesiones en el hombro; puede que en un primer momento no parezca nada importante, pero si no le prestamos atención y lo dejamos en un segundo plano, puede llegar a cronificarse y crearnos muchos problemas a medio y largo plazo. Es por ello que la prevención es clave, porque nos ayuda a tomar las buenas rutinas como hábitos saludables para nuestros hombros (ejercicios, posturas, etc).

Hombros

Dentro de las recomendaciones podemos destacar algunos como las siguientes:

  • Posición de las escápulas: A la hora de realizar ejercicios, debemos juntar las escápulas para posteriorizar lo más posible la cabeza humeral (el hombro en sí). Esto ayudará a evitar lesiones del manguito rotador, ya que es una de las mas habituales que encontramos en este complejo articular que como decimos es tan delicado a la hora de tener lesiones.
  • Ejercicios de propiocepción y estabilización: Para tener un hombro estable y sin lesiones, debemos realizar con cierta frecuencia ejercicios realizados con el bosu, apoyando la palma de la mano sobre él, y mantener el peso de nuestro cuerpo durante unos segundos. De esta manera conseguiremos una contracción de la musculatura relacionada con el hombro, lo cual provoca una coaptación de la cabeza humeral y evitará futuras lesiones.
  • Evitar sonido articular: Una práctica bastante extendida en el ámbito deportivo es no escuchar al cuerpo y en el caso del hombro más aún; es frecuente realizar ejercicios de hombro, en los cuales hay un “chasquido” articular. Normalmente ese chasquido no provoca dolor a corto plazo, pero si no lo evitamos, puede provocar en el futuro tendinopatías o lesiones degenerativas como artritis.
  • Evitar posiciones forzadas: Cuando una persona sufre molestias en el hombro, es recomendable realizar ejercicios sin llegar a los máximos rangos de movilidad; progresivamente iremos aumentando ese rango conforme pasan las sesiones, pero siempre sin dolor, hasta finalmente poder realizar el ejercicio de manera normal.