Si estás sano, y te gustan los huevos, no tienes por qué limitar su consumo a un par de veces por semana. Fin al mito del colesterol.
Los beneficios de comer huevos
Su fama no es merecida. Y es que a pesar de haber crecido con la idea de que no era bueno comer huevos todos los días. Lo cierto es que esta afirmación carece, cada vez más, de fundamentos. De hecho, son varios los estudios que han demostrado que pesan más sus beneficios sobre la salud que los supuestos riesgos que produce. Sin ir más lejos, uno publicado por el Departamento de Educación Física y Deportiva de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada. Negaba la relación existente entre este alimento y las enfermedades cardiovasculares.
Cada huevo tiene unas 70 calorías
Ahora bien, esto no quiere decir que el huevo no tenga colesterol. Pero sí que para valorar la hipercolesteronemia es necesario valorar el balance que hay entre las grasas saturadas y las insaturadas. Y en este sentido, el huevo aporta 3,6% ácidos grasos insaturados. Un 1,6% de poliinsaturados. Y, solo un 2,8% de grasa saturada. Por lo que su efecto está bastante limitado.
Como nutriente, el huevo es, junto con la carne y la leche de vaca, de un valor biológico completo. Es una excelente fuente de proteína, ideal para comenzar la mañana. Sobre todo en el caso de personas que realizan ejercicio físico.
Con aproximadamente 70 calorías por unidad, aporta multitud de vitaminas y minerales. Además de antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, que actuarían de forma positiva ante un caso de ateromatosis. También contiene lecitina, un elemento hidrosolule que precursa la aparición de colina. Ayuda a la prevención de enfermedades hepáticas, aterosclerosis, alteraciones de crecimiento, infertilidad, etc.
Por eso es uno de los alimentos que no deben faltar en tu dieta. Para mantener la musculatura no solo hay que recurrir a estas rutinas de gimnasio, sino también alimentarse adecuadamente.
En definitiva, incorporar los huevos a la dieta diariamente no tiene por qué resultar perjudicial para la salud. Y si bien es cierto que hay personas que tienen predisposición a la hora de absorber el colesterol, con restringir su consumo general de grasas saturadas sería suficiente. Por todo esto que hemos contado, es positivo que desterremos mitos sobre los huevos en la alimentación, que como decíamos han tenido fama dudosa durante mucho tiempo.
Además, no es tanto el huevo en sí, sino su forma de cocinado, lo que puede influir en sus efectos en el organismo. Siempre es mejor cocido, ya que al freírlo saturamos las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas del aceite, perdiendo nutrientes saludables y la acumulación de triglicéridos.