¿Son los desayunos la comida más importante del día? Los estudios dicen que no. Pero si te gusta, hazlo bien. Estas son tres opciones saludables para empezar la jornada.

Reducir calorías no es la solución. Y el desayuno es una prueba más de ello. Como explican los expertos, aunque tradicionalmente se haya defendido que para adelgazar solo hay que comer menos y movernos más, este razonamiento carece de sentido. ¿Cuántas veces hemos visto ‘dietas de cajón’ en las que se aconsejan desayunos compuestos por leche y productos azucarados como cereales o galletas? ¿Es eso nutritivo y saludable?

Podemos optar por desayunos variados pero todos ellos saludables

Si para adelgazar vamos a partir de estrategias que impliquen un desayuno, debemos hacer que este momento del día sea realmente sano.

1. Incluir fruta en nuestros desayunos. Fibra, vitaminas, antioxidantes… Las frutas son alimentos que aportan un sinfín de beneficios al organismo, e incluirlos en el desayuno es una buena forma de asegurarnos de que estén presentes en nuestra dieta.

2. Añadir grasas saludables, como pueden ser los frutos secos, el aguacate o el aceite de oliva virgen extra (AOVE), no solo ayuda a reducir el hambre entre horas sino que también influye positivamente en nuestra salud y nuestro peso.

3. Lácteos sin azúcares añadidos. Los yogures industriales suelen contener dosis muy altas de azúcar, aun siendo las versiones ‘light’ y desnatadas del supermercado. Por eso, al elegirlos, es mejor mirar antes las etiquetas.

4. Evitar el Azúcar como norma general. Cuando se trata de perder peso y cuidar la salud, el azúcar debe ser el elemento más vigilado, ya que los estudios han demostrado las consecuencias adversas de su consumo.

Desayuno
Desayuno

Desayunos que sí merecen la pena:

1. Un bol de yogur griego con plátano y fresa natural acompañadas de nueces. Además, puedes añadirles otras frutas de temporada, o por ejemplo frutos rojos, que también aportan muchos nutrientes al organismo.

2. Tostada de pan integral con aceite de oliva virgen extra con tomate, aguacate y huevo. Otra forma de empezar el día con un plato completo.

3. Bol de frutas variadas acompañada de leche y frutos secos. Aquí también podemos escoger los que más nos apetezcan, tanto en las frutas como en los frutos secos, donde eso sí, debemos evitar o limitar los fritos.

Son solo algunos ejemplos de desayunos que habría que adaptar a cada persona, en función de su tipo de dieta, intolerancias o alergias y acorde a sus objetivos. Pero la recomendación  general es que cuanto menos azúcar mejor, y que si hay que elegir, mejor alimentos que productos. La calidad de los alimentos sí que importa.