Los nutrientes del cerebro requieren toda tu atención. Probablemente el cerebro humano sea el órgano más demandante en cuanto a nutrición se refiere. Este órgano es importantísimo, controla el estado de ánimo, los patrones de sueño, la disposición para el sexo, la memoria, la concentración y la función del resto de los órganos del cuerpo.
El cerebro pesa tan sólo 1,5 kilogramos. Su peso representa alrededor del 2% total de nuestro peso pero requiere casi del 30% de la energía que consumimos en forma de alimentos.
El “combustible” principal del cerebro es la glucosa
Los nutrientes del cerebro:
- El “combustible” principal del cerebro es la glucosa. No cualquier azúcar es saludable para el cerebro. La que encontramos en frutas, cereales como la avena o en granos como el arroz integral y las lentejas son las mejores.
Esta glucosa se libera paulatinamente y de forma constante supliendo de energía por 4 o 5 horas al cerebro. El azúcar contenido en refrescos, cereales refinados, repostería y galletas entran tan rápidamente en la sangre que llegan a “saturar” los niveles de glucosa circulante. Esta saturación de azúcar en sangre provoca dos consecuencias graves para la salud. Entre otras; obesidad y diabetes.
- Los aminoácidos: los inteligentes. Obtenemos los aminoácidos de verduras, hortalizas y leguminosas como las lentejas. También, de frutos secos, carne, pescado, huevos, leche y sus derivados. Los aminoácidos son importantes porque con ellos se forman los neurotransmisores, estas moléculas llevan y traen la información entre neurona y neurona; es decir, son los mensajeros del cerebro. Su desequilibrio se traduce en alteraciones mentales.
Gracias a estos mensajeros, se ejecutan acciones como sentarse, caminar y levantarse; hasta la modificación del humor, el sueño, los pensamientos, la energía y la digestión.
Una deficiencia grave de aminoácidos provoca una comunicación incorrecta entre los lenguajes químicos del cerebro y se puede manifestar como apatía, ausencia de motivación, dificultad para concentrarse, relajarse o mala memoria.
- Las grasas saludables. Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) son importantes ya que protegen y respaldan la buena conductividad eléctrica entre las neuronas. Podemos encontrar estas grasas saludables, conocidas como Omega 3 en pescados como el salmón, el atún o las sardinas; o bien en fuentes vegetales como las semillas chía y la linaza.
- Vitaminas y Minerales. Como en cualquier gran obra, detrás de los actores principales existen centenares de elementos que hacen que todo funcione, y éstas son las vitaminas y minerales.
A través de su presencia constante, la glucosa se convierte en energía, los aminoácidos se convierten en neurotransmisores y los ácidos grasos en protectores celulares que pueden aprovecharse.
Todos ellos en perfecto equilibrio realizan un minucioso y perfecto trabajo de todo el sistema nervioso. Millones de conexiones que requieren una alimentación equilibrada, nutrida, hidratada y saludable.
El cerebro es un órgano muy demandante, aún no existe otra máquina tan perfecta que sepa renovarse a sí misma sin importar la edad; la próxima vez que te preguntes por qué vale la pena mejorar tu alimentación, piensa que la inversión está en tu propia salud mental