Sin duda una de las molestias más frecuentes, dolorosas y que siempre quisiéramos prevenir son los calambres musculares, sobre todo durante la noche. Por eso, te contamos por qué se producen los calambres y cómo evitar su desarrollo.
Las posibles causas de los calambres musculares
Un calambre muscular es una contracción involuntaria y repentina de uno o más músculos de nuestro cuerpo que suele ir acompañado de dolor intenso y que puede impedir temporalmente el uso del músculo afectado.
Un calambre muscular es una contracción involuntaria y repentina de uno o más músculos
Aunque en muchos casos no se sabe con exactitud la causa del calambre muscular, hay muchos factores que contribuyen a su desarrollo:
- Deshidratación
- Tensión muscular sostenida o estiramiento prolongado de un músculo
- Uso excesivo de una zona muscular específica
- Mantenimiento de una posición concreta por largo tiempo
- Falta de oxígeno durante el esfuerzo físico
- Acumulación de sodio o calcio (electrolitos)
- Posibles enfermedades que reduzcan los niveles de calcio o que impidan la correcta circulación sanguínea así como también pueden ser patologías que presionen nervios.
Independientemente de la causa, debemos saber que si sufrimos calambres musculares a repetición es conveniente consultar con un profesional de la salud que nos ayude a revertir o reducir su presencia.
Cómo prevenir el desarrollo de calambres
Debido al dolor intenso que pueden ocasionar los calambres musculares y también a la imposibilidad de movernos con naturalidad que producen, siempre es recomendable prevenir su desarrollo.
Para ello, resulta fundamental mantener una adecuada hidratación corporal, esto es beber agua y promover su equilibrio con electrolitos como el calcio, sodio o potasio, ya que una reducción de potasio puede ocasionar calambres así como también excesos o déficit de calcio.
Por otro lado, resulta de mucha utilidad evitar el sobreentrenamiento y elongar o realizar estiramientos siempre de nuestros músculos para prevenir la contracción prolongada y su acortamiento.
Un calentamiento o entrada en calor apropiada también resulta de ayuda para prevenir calambres musculares, pero si aun así se hacen presentes, resulta de mucha ayuda cambiar la posición o dejar de esforzar el músculo afectado de manera tal que el espasmo seda poco a poco.
Los calambres musculares son un problema frecuente, muy molesto e incluso doloroso, por ello, siempre que podamos recomendamos prevenir su desarrollo de la mano de un entrenamiento adecuado y una dieta que complemente el mismo.