La primavera ya ha comenzado a enseñar su vertiente más veraniega y como cada año, el sol amenaza con percutir en nuestra piel, sobre todo si no nos encargamos específicamente de ella.
El sol y pronto las piscinas con el cloro, el mar con su salitre y la humedad serán algunos de los principales enemigos de la salud de la piel. No en vano es el órgano más grande del cuerpo y, como ya sabemos, debemos tomar cartas en el asunto para cuidarla, entre otras cosas, aportando las vitaminas que necesita en su día a día.
Por eso a continuación vamos a señalar cuatro de las vitaminas más importantes para cuidar nuestra piel lo mejor posible, ahora que poco a poco vamos acercándonos a los días de calor y descanso.
Vitamina C
Se encuentra en niveles altos en la epidermis y en la dermis. Tiene propiedades antioxidantes e interviene en la fabricación de colágeno que ayuda a mantener la piel sana, por eso se encuentra en muchos productos antienvejecimiento para el cuidado de la piel.
Tomar vitamina C por vía oral puede mejorar la efectividad de los protectores solares aplicados a su piel para protegerse de los rayos UV del sol y también puede ayudar a defenderse de los signos del envejecimiento debido a su papel vital en la síntesis natural de colágeno del cuerpo. Ayuda a sanar la piel dañada y, en algunos casos, reduce la aparición de arrugas. Además, repara y previene la piel seca.
Se recomienda una ingesta de 1.000 mg por día. Se encuentra en alimentos como los cítricos, en las fresas, el brócoli y las espinacas.
Vitamina E
Es un antioxidante cuya función principal en el cuidado de la piel es proteger contra el daño solar. Normalmente, el cuerpo produce vitamina E a través del sebo, una sustancia aceitosa que se excreta a través de los poros de la piel. En el equilibrio correcto, el sebo ayuda a mantener la piel acondicionada y evita la sequedad.
La vitamina E también ayuda en el tratamiento de la inflamación de la piel. Si bien la vitamina E está disponible en muchos productos para el cuidado de la piel, el problema es que cualquier efecto podría minimizarse con la exposición al sol. La mayoría de los adultos necesitan aproximadamente 15 mg de vitamina E por día.
Se encuentra en nueces y semillas, como almendras, avellanas y semillas de girasol o tomando un suplemento multivitamínico.
Vitamina K
Resulta esencial para ayudar al proceso de coagulación sanguínea del cuerpo, que ayuda a la cicatrización de heridas, contusiones y áreas afectadas por una cirugía, por ejemplo.
También ayuda a mejorar estrías, varices, cicatrices, manchas oscuras y ojeras. Se puede encontrar en muchas cremas tópicas diferentes para la piel. Los adultos necesitan entre 90 y 120 ug por día. Se puede encontrar en la col rizada, espinacas, lechuga, repollo y judías verdes.
Vitamina D
La protección solar es necesaria, y 10 o 15 minutos de exposición diaria ayudan a fabricar vitamina D en toda la piel, que ayuda a reducir las manchas oscuras, enrojecimiento, arrugas y la sequedad excesiva.
Además, el hígado y los riñones absorben la vitamina D y la transportan por todo el cuerpo para ayudar mejorar el sistema inmunitario y las células en general, ayudando a entre otras cosas, a reducir la psoriasis, por ejemplo.
Se puede aumentar el consumo de vitamina D con alimentos como leche o yogur enriquecidos, salmón, atún, semillas o nueces.