El sistema inmunológico es el responsable de la prevención del organismo ante las enfermedades a las que el ser humano está expuesto, por tanto será la primera barrera con la que el virus de la gripe topará al entrar en contacto con nosotros.
Actualmente existen remedios caseros o productos manufacturados que pueden ayudarnos a mantener nuestras defensas fuertes y en alerta, por eso, es importante tener el botiquín equipado con analgésicos y antihistamínicos, así como llenar la nevera y la despensa de alimentos que activen las defensas.
Actualmente existen remedios caseros o productos manufacturados que pueden ayudarnos a mantener nuestras defensas fuertes
Los alimentos que reducen la amenaza son:
- Vegetales y frutas. Hay que tomar tres raciones diarias de vegetales y fruta. En el caso de las verduras hay que hacer especial caso al ajo, la cebolla, las espinacas y el brócoli. En el caso de las frutas, hacer mayor hincapié en los cítricos. Se puede tomar la pieza entera, hecha zumo, en mermelada o compota, etc
- Frutos secos. Los cacahuetes, las nueces y los cereales son ricos en zinc, elemento necesario para que el sistema inmunológico trabaje de una manera eficaz. Actualmente los frutos secos podemos encontrarlos enteros o ya desprovistos de sus cáscaras para facilitar su ingesta, así como en crema, por ejemplo la de cacahuete o en panes integrales o tostadas.
- Leches fermentadas con Lactobacillus. La Organización Mundial de la Salud ha avalado las propiedades de los probióticos (leches fermentadas con Lactobacillus por ejemplo) como alimentos que tienen beneficios para el cuerpo humano. Su función se centra en el intestino humano y ayudan a potenciar las defensas. Son unos grandes desconocidos, a la vez que grandes aliados frente a la prevención de gripes y catarros. Podemos encontrar leches fermentadas embotelladas en el supermercado o de forma natural en el kéfir.
Si llegara el contagio, el virus de la gripe nueva, provoca una serie de molestias que diferentes productos o alimentos que encontramos fácilmente pueden aliviar.
Los síntomas más comunes son:
- Fiebre. El virus de la gripe, aumenta la temperatura corporal de una manera más súbita que la gripe convencional. Para evitar la deshidratación producida por el calor corporal los zumos de cítricos son la mejor opción. Lo más recomendable es tomarlos directamente exprimidos de la fruta y al instante de prepararlos, pero existen opciones comerciales que conservan todas las propiedades de la fruta recién exprimida.
- Dolor muscular. Es un síntoma que cursa con mucha intensidad, incluso mayor que la de la gripe estacional común. Se pueden tomar infusiones con efecto relajante para los músculos tales como el orégano o el jengibre.
- Ardor en los ojos. El ardor y picor de ojos no es un efecto propiamente de la gripe, sino un reflejo del aumento de la temperatura corporal. Se pueden aplicar sobre los párpados gasas con camomila o manzanilla, pero perecen rápidamente. La opción está en las farmacias, donde encontramos colirios suaves hechos a base de extractos de dichas hierbas aromáticas.
- Decaimiento. El cansancio extremo y la falta de vitalidad pueden en el caso de la gripe A prolongarse hasta dos semanas. Las ampollas de jalea real, los complejos vitamínicos, las leches fermentadas con Lactobacillus o las cápsulas de ginseng, son una buena opción para recuperar las fuerzas perdidas y recuperar el desgaste de las defensas.