Lo primero que nos viene a la cabeza cuando alguien se desmaya es mirarle el pulso, ¿pero sabemos lo que es realmente? Toda persona viva tiene pulso, y éste es fundamental para valorar el estado de salud de la persona. Es sinónimo de frecuencia cardíaca, del número de veces que late nuestro corazón en un determinado tiempo, y no es lo mismo que la presión arterial.
Medir el pulso nos ayuda a conocer nuestro estado de salud
El pulso generalmente se expresa en latidos por minuto. Por ejemplo, unas pulsaciones de 70 latidos por minuto significa que el corazón late 70 veces en un minuto. Contrariamente a lo que pueda llegar a pensarse, no guarda ninguna relación con la presión arterial ya que, por ejemplo, la presión arterial puede estar elevada, y el pulso enlentecido o al revés. La presión arterial es la fuerza de la sangre al empujar contra las paredes de las arterias.
¿Cómo se mide el pulso? y ¿cuáles son los niveles correctos?
Para medir el pulso, los expertos señalan que se puede medir "fácilmente" palpando el latido de una arteria periférica, siendo lo más fácil el palpar la arteria radial, que está en la muñeca. Notaremos el latido de la arteria y contamos el número de latidos en 1 minuto, así podemos decir el número de latidos por minuto que tenemos, es decir, la frecuencia cardiaca.
Sobre los niveles correctos de pulso, se considera que el pulso está dentro de la normalidad cuando las pulsaciones están entre 60 y 100 latidos por minuto, aunque hay personas que tienen menos o más latidos por minuto, lo que no significa que estén enfermas; todo depende de la persona y de la situación de la misma.
Cuando alguien no tiene pulso, o notamos que falla algún latido del pulso, puede tratarse de una arritmia, por lo que es conveniente consultar con su médico. Lo ideal es hacer un electrocardiograma para confirmar si se trata de una arritmia o un error al tomarnos el pulso, añaden desde la Fundación Española del Corazón.
La Fundación Española del Corazón recuerda que la frecuencia cardiaca se mide tomando el pulso en la muñeca. Luego, solo hay que seguir tres pasos:
1. Presiona suavemente la parte interna de la muñeca del lado del dedo pulgar.
2. Coloca los dedos índice y corazón entre 1 y 2 cm por debajo del pliegue de la muñeca, entre el hueso que se palpa hacia afuera y el tendón que aparece por el lado interno.
3. Al sentir el primer latido, calcula cuántos se producen durante 30 segundos y multiplica el resultado por 2. Esa será tu frecuencia cardiaca.