El miedo al gimnasio es una sensación muy común en las mujeres que acaban de empezar a entrenar y aún no saben cómo hacerlo.
Cada vez más personas son conscientes de que hay que hacer ejercicio físico para mejorar su salud. Necesitamos ganar fuerza y masa muscular, eliminar dolores, mejorar nuestra capacidad cardio respiratoria…
Pero el material que tenemos en casa no es suficiente, así que nos embarcamos en la aventura de acudir a un gimnasio. Y tanto si tienes experiencia previa como si no, es posible que esta situación te genere cierta ansiedad.
El miedo al gimnasio termina con estos consejos
Investiga, pregunta e infórmate
Elige el mejor gimnasio para ti. No todos los gimnasios son iguales ni ofrecen los mismos servicios. Busca un gimnasio que ofrezca los servicios que tú necesitas, ya sea musculación, clases colectivas o entrenamiento personal.
Prepara tu ropa y tu material
Es importante sentirte cómoda y verte bien para darte seguridad cuando estés en el gimnasio. Procura que la ropa sea apropiada para la actividad que vas a realizar y te siente bien. Actualmente hay mucha oferta en ropa deportiva que se adapta a todos los físicos y necesidades.
Evita las horas punta
Si puedes, evita las horas punta, cuando habrá más gente en el gimnasio (de 17 a 21 de la tarde). Podrás moverte más libremente y sin tener que esperar para usar el material.
Entrenar en compañía también suele ser una buena opción
Las clases colectivas, un buen comienzo
Una buena forma de empezar es participar en una clase colectiva. Te dirán lo que tienes que hacer en cada momento y cómo hacerlo. Esto te permitirá empezar a familiarizarte con el gimnasio y conocer gente.
Si vas por libre, a utilizar la sala de musculación, lleva preparado de antemano lo que quieres hacer, así no sentirás ansiedad ante la gran oferta de máquinas y material disponible. Ya sabrás lo que debes utilizar. Si no sabes tú solo, acude a entrenador, su trabajo es ayudarte y guiarte.
Contrata un entrenador personal
Puedes contar con un profesional que te guíe durante todo el entrenamiento los primeros meses. Aprenderás como utilizar las máquinas, los movimientos básicos y cómo progresar en el entrenamiento evitando gestos lesivos que te lleven a una lesión.
Mejor en pequeñas dosis
Pequeñas dosis varias veces a la semana es mejor que mucho tiempo cada sesión y pocas veces. Esto te ayudará a crear el hábito de acudir al gimnasio. Además si eres una persona muy vergonzosa, cuesta menos esfuerzo permanecer en la sala 45 minutos de 2 horas.
Consigue un compañero de entrenamiento
Aumentaréis mutuamente la motivación y hará más agradable el entrenamiento. No obstante, no dependas de tu compañero para ir al gimnasio. Esto debe ser una ayuda, no una condición.
Recuerda que tú no eres la única persona en esta situación, todos los usuarios del gimnasio han sido nuevos alguna vez. El truco final es la continuidad. Si te esfuerzas y tienes constancia, verás cumplidos tus objetivos. Dejarás de ‘sufrir el gimnasio’ y lo disfrutarás.