El verano nos ofrece una oportunidad única para ejercitarnos, nadando en el mar o en la piscina. Si aún queda lejos el veraneo, ir a nadar antes o después de tu jornada laboral es más tentador ahora que en ninguna otra época del año. La natación es una actividad física muy completa que proporciona muchos beneficios, y una de nuestras mejores aliadas si lo que queremos es perder peso y tonificar los músculos. Desde niñas hemos oído que hay que nadar para fortalecer la columna, caminar erguidas y con estilo. Pero sobre todo que hay que hacerlo para no tener dolores cervicales o lumbares.
Hay incontables razones por las que hoy nos duele la espalda: Cuando trabajamos, nos curvamos delante del ordenador, pero el mayor enemigo de nuestra higiene postural no es el ordenador, sino el móvil. Pasamos tanto tiempo mirando esa pequeña pantalla que ahora los expertos hablan del "síndrome del cuello roto", un dolor cervical cada vez más extendido entre las personas jóvenes. Está relacionado con el uso continuado del móvil y, más concretamente, con la posición de nuestra cabeza y de nuestro cuello al hacerlo.
En cualquier caso, son innumerables las razones por las que sufrimos dolores de espalda. La natación nos puede ayudar a evitar el "síndrome de cuello roto" y otras dolencias causadas por el estrés de la vida moderna.
Son innumerables las razones por las que sufrimos dolores de espalda
Si sufres de dolores de espalda, pero no se te ha diagnosticado una causa subyacente, la natación no solo puede evitar que el dolor empeore, sino que además proporciona alivio.
Si tienes algún problema de salud como una hernia discal u otro tipo de patología de columna, los médicos te recomendarán la natación como la actividad física idónea para recuperar la movilidad y aliviar los dolores de espalda por varias razones:
- La natación permite flexibilizar y fortalecer la musculatura y otras estructuras de tu espalda, sin apenas impacto negativo.
- La densidad del agua permite que cuando realizamos una actividad física dentro de ella, la columna no tenga que soportar todo el peso del cuerpo. La natación es un deporte de bajo impacto que no daña ni la columna ni las articulaciones.
- El agua ejerce un efecto tipo masaje sobre los músculos, contribuyendo a reducir los dolores de espalda y a proporcionar una sensación de bienestar general después de nadar.
La espalda es el estilo más recomendado para personas con problemas de columna porque evita forzarla y porque además te ayuda a mantener su curvatura natural. Para nadar a espalda nos colocamos en posición dorsal, boca arriba, realizando un braceo alternado hacia atrás, acompañado de una batida de piernas. El cuello mantiene una posición fija y la zona lumbar se encuentra protegida.
Puede que no sea el estilo en el que más rápido avances, pero no te preocupes por eso. No cuentes los largos que haces, sino márcate un tiempo de entrenamiento y nada a tu ritmo, sin agobiarte.