Muchas veces nos centramos en mantener nuestro cuerpo en forma y nos olvidamos de fortalecer nuestro músculo más importante: el cerebro. A medida que avanzan los años, el cerebro también va sufriendo un desgaste y resulta necesario seguir ciertas pautas para mantenerlo en forma.
Incorporar hábitos saludables e integrarlos en nuestro día a día nos permitirá cuidar nuestro cerebro, parte fundamental para nuestro bienestar. No nos garantizan eliminar el poder sufrir enfermedades neurodegenerativas, ya que el riesgo cero no existe, pero sí pueden ayudarnos a reducir el riesgo a la vez que mantendremos una vida más plena.

No existe el riesgo cero, pero sí herramientas para mantener el cerebro en forma

Así que sigue estos cinco consejos y mantén tu cerebro en forma y lleno de energía:

Vejez y bienestar
  1. Ejercicio físico: Bien conocido es el lema mens sana in corpore sano. Y es que hacer entre 40 y 60 minutos de ejercicio al día ayuda a nuestro cerebro. Esto no significa machacarse en el gimnasio, basta con andar a buen ritmo, subir las escalares en vez de coger el ascensor o ir hacer la compra andando. En resumen, lo primordial a estas edades es escapar de un modo de vida sedentario, que no nos aportará nada más que el deterioro de nuestro huesos y músculos, y afectará negativamente a nuestro bienestar.
  2. Una alimentación saludable: una dieta equilibrada también ayuda a mantener en forma nuestro cerebro. Evita las grasas saturadas, come fruta y verdura, pero sobre todo integra estos hábitos en tus rutinas alimentarias. Añade también a tu dieta alimentos neuroprotectores como los arándanos, los frutos secos y los alimentos ricos en omega 3 como el salmón o el aceite de oliva. Todos estos alimentos ayudarán a tu cerebro.
  3. Mantente ocupado: realiza actividades diarias que mantengan a nuestro cerebro en activo. Necesitamos sacarle de la zona de confort. Leer libros, ver una película o realizar juegos de ejercicio mental adaptados al nivel de cada uno nos sacan de la rutina y ejercitan el cerebro. Nunca es tarde para aprender cosas nuevas.
  4. Relacionarse con otros. Socializarse, estar en contacto con otras personas, quedar con amigos o familiares fuera de casa activa el cerebro. La soledad se ha demostrado como un importante riesgo cognitivo por lo que saca tiempo para dedicárselo a los demás y hacer con ellas algunas actividades que llenen vuestros ratos.
  5. Cuidar la mente: vivimos en un mundo donde el estrés, la ansiedad y el trabajo nos roban el tiempo que debemos dedicarnos a uno mismo. Pararse, reflexionar y pensar en nosotros mismos nos ayudará a que nuestro cerebro no sufra. Hoy en día existen múltiples técnicas como el mindfulness que nos ayudarán a volver a conectar con nosotros mismos, algo importante para que pongamos todo lo que tenemos en valor.