La palabra psicología proviene de los términos psyche (alma o actividad mental) y logos (ciencia, estudio, tratado). Y a pesar de que es una ciencia relativamante nueva, ha evolucionado mucho a partir del siglo pasado, y el concepto ‘alma’ ha ido dejando paso a ‘comportamiento’ o ‘conducta’.
El psicólogo del deporte desarrolla sus funciones en tres grandes campos de acción: deporte de rendimiento, deporte de ocio y salud y deporte de base.
La psicología cada vez gana más terreno en el deporte
El potencial de la mente
Pocos son conscientes del enorme poder que tiene nuestra mente. Para bien o para mal, nuestra mente se ha convertido en nuestro peor enemigo. Llegamos a tener más de 60.000 pensamientos al día; y que la mayoría de ellos suelen tener una gran carga negativa.
La mente debe usarse para tu propio beneficio. En este sentido la fortaleza mental y la motivación hay que entrenarlos como cuando queremos correr a un ritmo determinado. Son muchísimos los deportistas que no alcanzan su potencial por no entrenar esta área.
Incluso, hay evidencia de una clara relación entre el estado emocional y la incidencia y recuperación de las lesiones deportivas. A diferencia de lo que se suele creer, esta cualidad se puede desarrollar.
No se debe olvidar al deportista como persona. Debemos ayudarle a que se enfrente a los riesgos y problemas psicológicos que pueden derivarse de las exigencias del deporte de competición. Que sea una persona equilibrada, satisfecha y feliz.
Sin que por ello desvíe su atención del objetivo principal de su cometido como deportista de competición. El poder de la mente es enorme, pero no todas las personas son capaces de utilizarlo. Por ello es importante la figura del psicólogo deportivo.
Psicólogo deportivo
Evalúa la variables ambientales y personales para identificar las conductas del problema para luego tratar esas variables. Un seguimiento de todo ese proceso psicológico. Y es que pueden ser relevantes en cada momento concreto.
Existen diversas técnicas que pueden ayudarnos, como:
- Planteamiento de objetivos.
- Auto-evaluación del nivel de activación.
- Utilización de la relajación y de otras estrategias de auto-regulación de la activación.
- Uso de la práctica en imaginación.
- Monólogos internos.
- Estrategias que ayuden a controlar la atención durante la competición.
- Análisis objetivo y apropiado del propio rendimiento.
- Elegir la mejor hora del día para entrenar teniendo en cuenta estos factores.
Estas, bien aplicadas por los psicólogos, pueden contribuir enormemente a modificar variables relevantes relacionadas con el rendimiento y la influencia de la mente en él, como:
- Desensibilización sistemática: para la eliminación de miedos concretos.
- Restructuración cognitiva: con objetivos como el anterior, donde modificar conductas de miedo.
- Modificación de creencias disfuncionales y estados emocionales adversos: para ir hacia un equilibrio mental del deportista.
- Condicionamiento encubierto: de determinadas respuestas a estímulos antecedentes específicos, intentando ‘engañar’ el subconsciente.
- Diseño de programas operantes complejos: para la modificación de conductas deportivas operantes.