Sufrir de retención de líquidos en piernas y abdomen es un mal realmente común en nuestra sociedad actual dado nuestro ritmo de vida. El trabajo y el ritmo de vida dificultan muchas veces la necesidad de cuidar de nosotros mismos. A pesar de su ya habitual presencia en la vida de muchas y muchos, os hablamos de un problema que debe normalizarse debido a los problemas que representa.
Retención de líquidos, causas principales de la afección
Comencemos explicando el concepto en cuestión, ¿en qué consiste la retención de líquidos? Antes de ayudarte a ponerle fin lo primero es poder identificarlo debidamente. Aunque también es conocido como edema.
En las personas adultas, el agua es un elemento responsable del 50 o 60% del peso corporal tanto en mujeres como en hombres. Una de las funcionalidades de nuestro cuerpo consiste en asegurarse del regular equilibrio de los niveles de agua en todos sus comportamientos dentro del organismo. Es cuando esa balanza se desequilibra cuando se producen los edemas.
El agua es un elemento responsable del 50 o 60% del peso corporal
Realmente, las principales causas que generan esta acumulación de líquidos pueden ser numerosas. Presta atención:
- Ingesta elevada de sal en la alimentación
- Posibles efectos secundarios de algunos medicamentos
- Una mala hidratación regular
- Cambios hormonales pronunciados
- Inactividad continuada
- Problemas orgánicos
Síntomas de la retención de líquidos
Identificar visualmente este problema es sencillo. Aunque hay distintos niveles -local, regional y general-, lo que se puede apreciar es el hinchazón de la zona en cuestión. Este área pasa a tener una cierta apariencia brillante y tersa. En el momento en que aprietas un poco la zona con la mano, tu dedo se puede quedar marcado y puede tardar unos segundos más de lo normal en desaparecer.
Otros síntomas que es posible experimentar es la subida de peso corporal muy brusco e incluso la disminución de orina. ¿Alguna vez lo has vivido?
Cómo eliminar la retención de líquidos en muslos y glúteos
Para poner fin a este problema es tan importante la dieta como el ejercicio físico.
Mantener un ritmo de vida activo es esencial en cualquier caso, pero sobre todo si tu trabajo te obliga a estar durante toda tu jornada de pie como puede ser los que trabajan en la cocina de un hotel o sentados en sus despachos de oficina, por ejemplo. Es por ello que la mejor opción es hacer frente a una rutina de piernas y glúteos en el gimansio.
Mantener una correcta hidratación es importante, sobre todo cuando hablamos de la práctica de deporte. Siempre nos gusta insistir en la importancia de intentar beber como mínimo un litro y medio de agua al día. Trata de no pasar este hecho por alto, te animamos a convertirlo en una costumbre.
Por otra parte, la alimentación adquiere un papel también esencial a la hora de combatir los edemas. Se trata de mantener una dieta equilibrada y rica en fruta y verdura. Asegúrate de introducir alimentos con propiedades diuréticas para estimular así a los riñones.