Qué es el diafragma

El diafragma es el músculo que se extiende entre el tórax y el abdomen y que se encarga de la inspiración durante la respiración. Este músculo está anclado al esternón, las costillas y las vértebras lumbares, lo que hace que tenga mayor extensión por detrás que por delante. A diferencia de lo que ocurre en las cúpulas de las grandes catedrales, no tiene una forma fija, sino que se trata de una estructura móvil que sube y baja, convirtiéndose en el motor básico e indispensable de la respiración. Sin él, esta función no sería posible, aunque necesita de la participación coordinada y secuencial de otros músculos para realizarla de manera óptima. Además, toma parte en funciones tan importantes como la circulación sanguínea y linfática, la digestión, el parto y en el mantenimiento de la postura, entre otras.

Los bloqueos de diafragma se pueden tratar

En la respiración, el diafragma se contrae y desciende aumentando la capacidad del tórax, lo que facilita el llenado pulmonar durante la inspiración. Cuando se relaja, asciende, ayudando al vaciado. Se trata de un músculo que trabajará a lo largo de toda nuestra vida.

Diafragma
Diafragma

Problemas asociados al mal funcionamiento del diafragma

El ritmo respiratorio puede verse afectado por situaciones que produzcan miedo, estrés, tristeza… y todos aquellos factores que puedan alterar el ritmo cardiaco. Este incremento en el ritmo respiratorio puede ocasionar un exceso de tensión del diafragma y, por lo tanto, un bloqueo del mismo. Cuando nos sentimos alterados, el diafragma tiene que actuar como filtro para gestionar el aumento del ritmo cardiaco producido y contrarrestarlo con una respiración que permita liberar las tensiones.

En él diafragma convergen diferentes cadenas musculares que pueden transmitirle su tensión perjudicando su estructura. Los síntomas que nos indican que se está produciendo un bloqueo diafragmático son, entre otros, sensación de ahogo, falta de apetito o vómitos, sensación de carga en la boca del estómago e, incluso, insomnio.

Cómo tratar los bloqueos del diafragma

Para relajar el diafragma lo mejor es acudir a un fisioterapeuta, si bien en casa podemos trabajar sobre él de diferentes maneras:

  • Automasaje. Túmbate boca arriba con las caderas y rodillas flexionadas y las plantas de los pies apoyadas sobre la superficie en la que está acostado. Coloca tus manos donde acaba el esternón (plexo solar) mientras respiras profundamente. Para poder masajear mejor la zona, utiliza una crema o aceite, si es posible de componentes relajantes.

    Durante la espiración desliza tus manos, haciendo una presión firme con las yemas de sus dedos por todo el reborde costal. Cada mano recorre las costillas de su lado. Poco a poco profundiza más; el diafragma se inserta por dentro de las costillas, por lo que tienes que terminar metiendo los dedos por su cara interna.

  • Movilización diafragmática en apnea. Una vez relajado hay que movilizar el diafragma. Para ello, en la misma posición pon tus manos sobre tu tripa y coge aire profundamente dirigiéndolo a esta zona; notarás que tus manos se elevan. Manteniendo el aire dentro (apnea) mueve el diafragma subiendo y bajando el abdomen con lentitud.

    Una vez movilizado el diafragma durante la inspiración, vamos a trabajarlo en la espiración. Para ello, manteniendo la posición del ejercicio anterior, suelta todo el aire y, sin coger (apnea), mueve el diafragma subiendo y bajando el abdomen, igual que antes.