La autocompasión es la práctica de ser comprensivo y compasivo contigo mismo. Tiene su origen en el concepto de atención plena, que implica vivir el momento presente con apertura y curiosidad, sin juzgar. La autocompasión es una forma de ser amable con nosotros mismos, especialmente cuando sufrimos, nos sentimos mal o fracasados.
Qué es la autocompasión
La autocompasión comprende tres componentes diseñados para aprovechar las diferentes formas en que las personas responden emocionalmente a tus experiencias de dolor, sufrimiento y fracaso.
- Bondad hacia uno mismo
En lugar de juzgar con dureza con un diálogo interno negativo, la bondad hacia uno mismo se trata de cambiar hacia una sensación amable y la aceptación del sufrimiento, el dolor o la sensación de fracaso.
- Humanidad común
Cuando llegan el fracaso, el sufrimiento o la decepción, ser consciente de que todos los humanos fallan y cometen errores, y sufren desilusión y pérdida, ofrece autocompasión.
- Enfoque consciente
Un enfoque consciente implica mirar lo que ha sucedido de una manera curiosa y observadora sin sobreidentificarse con la experiencia (identificarse con alguien o algo más de lo necesario).
Cuando las personas experimentan momentos bajos en la vida, pueden enfrentarse a sí mismas no con compasión, sino con juicio, vergüenza, culpa y lenguaje destructivo. La autocompasión tiene como objetivo contrarrestar estos patrones de pensamiento negativos.
Por qué es importante la autocompasión
La autocompasión es importante porque cultivar la compasión en lugar del juicio hace que sea más fácil perdonarse y cuidarse. La ciencia sabe que esto conduce a una mejor salud, relaciones y bienestar.
Aprender a reconocer el sufrimiento y aumentar los niveles de bondad y compasión hacia uno mismo en esos momentos puede reducir la ansiedad y la depresión. Numerosas investigaciones indican que puede reducir la intensidad de las emociones que se experimentan.
Cualquiera puede aprender a ser más compasivo consigo mismo. Por eso está bien conocer algunas técnicas para ayudar a practicar la autocompasión.
Controla tu diálogo interno
Cambiar la forma en que te hablas a ti mismo, especialmente durante los momentos difíciles, es parte de la autocompasión. Cuando sucede algo malo, doloroso o vergonzoso, antes de lanzarte a un diálogo interno degradante, detente y piensa por un momento cómo le hablarías a un buen amigo si le pasara lo mismo. Dirige las respuestas amables y alentadoras hacia ti mismo.
Perdónate
Cuando las personas sienten que han hecho daño a alguien, el arrepentimiento, la culpa y la vergüenza hacen que seguir adelante sea un desafío. Está demostrado que la estrategia del perdón a uno mismo reduce significativamente la autocrítica y la angustia psicológica y mejora significativamente el perdón a uno mismo.
Primero, acepta la responsabilidad por cualquier daño que puedas haber causado. En segundo lugar, reconoce el arrepentimiento que sientes sin pasar vergüenza. En tercer lugar, esfuérzate por reparar el daño y vuelve a comprometerte con tus valores personales.
Celebra tus pequeños logros
El logro a menudo está relacionado con la autoestima. Los sentimientos de una persona pueden fluctuar según el desempeño. Los grandes logros se componen de los más pequeños. Es importante reconocer los pequeños pasos para lograr la meta.
Expresa gratitud
La gratitud, que es la conciencia de los beneficios de uno en la vida, puede ayudar a fomentar niveles más altos de bienestar psicológico. Llevar un diario de gratitud es una forma de enfocarse en ella.
Comunícate cuando necesites ayuda
Pedir ayuda cuando la necesites es una forma de ser compasivo con uno mismo. Si buscas ayuda, puedes profundizar tu conexión con las personas que te rodean. Pedir ayuda puede incluir consultar a un profesional de la salud mental o a un médico para satisfacer las necesidades médicas y de salud.