El mango procede originariamente del noroeste de la India y del norte de Birmania. Se cultivó por primera vez hace aproximadamente cinco mil años. Afortunadamente, el cultivo de los mangos se ha extendido a todas las áreas tropicales y subtropicales del mundo, siendo México el principal país exportador del mundo.
Sabor peculiar y exquisito, es considerado el rey de las frutas tropicales. Los frutos son ovales, alargados y en forma de riñón o corazón. La piel de la fruta madura adopta una gama de colores que va del verde, amarillo o naranja hasta el rojo intenso. La pulpa es de color amarillo anaranjado, dulce, jugosa y muy sabrosa. Presenta un sabor y una textura muy diferentes al resto de frutas de mesa considerándose la fruta tropical por excelencia.
CÓMO SE CONSERVA Y CÓMO SE COME EL MANGO
Una vez recogido el mango del árbol con el nivel de azúcar apropiado, la fruta está madura -lista para comer- en un período que varía entre cinco y diez días. Hasta que llega este momento, el mango deberá mantenerse a una temperatura entre 20º-25º. Cuando la fruta se encuentra en un estado maduro se puede consumir en un plazo máximo de 5 días. Por último, cabe destacar que los mangos sólo se deben conservar en el frigorífico si se quieren consumir fríos antes de servirlos y únicamente durante el tiempo que necesiten para alcanzar la temperatura deseada.

A la hora de consumir mangos es importante que estén ligeramente blandos y que desprendan un buen aroma ya que el mejor sabor del mango se consigue cuando está maduro. El color de la piel no es un indicador de madurez, esta coloración nos cuenta únicamente cuál es la variedad de la fruta. Además, el color de cada pieza, aún siendo de la misma variedad, puede cambiar en función de la posición que haya tenido el árbol respecto al sol.
A la hora de consumir mangos es importante que estén ligeramente blandos
El color de la pulpa sí es un indicador de la madurez del mango: una pulpa de color naranja indica un mango maduro perfecto para su consumo. La firmeza de la pulpa disminuye conforme va madurando la fruta. La pulpa del mango se puede emplear para elaborar mermeladas, confituras, gelatinas, batidos y zumos.
La carne de los mangos se puede oscurecer y hay muchas maneras para evitarlo: conservar la fruta a bajas temperaturas, sumergir la fruta cortada en jarabe de glucosa o cubrir la fruta con jugo de limón.
BENEFICIOS DEL MANGO PARA LA SALUD
El mango es una fruta dulce y refrescante de fácil consumo y digestión. Sus propiedades nutritivas varían en función del tipo y grado de madurez; sin embargo, todos destacan por su elevado contenido en agua y su gran riqueza de nutrientes.
- Aporta vitamina B, destacando el ácido fólico. Los mangos aún verdes, que se consumen fundamentalmente en ensaladas, son ricos en vitamina C y contienen una cantidad moderada de provitamina A. Esta composición varía en los mangos maduros, que son ricos en provitamina A y contienen una cantidad moderada de vitamina C.
- El consumo de vitamina A es útil para prevenir enfermedades infecciosas, cutáneas, mucosas, óseas, capilares, oculares y aquellas del sistema inmunológico.
- Su alto contenido en vitamina C contribuye en la absorción del hierro y la generación de glóbulos rojos; también ayuda en la formación del colágeno, los dientes y los huesos. Estas vitaminas hacen de esta fruta un buen antioxidante, compuesta de propiedades nutritivas para todas las personas de cualquier edad. Por otra parte, contribuye a reducir el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, degenerativas y cancerígenas.
- Su alto contenido en hierro resulta útil para tratamientos de anemia y demás afecciones de la sangre.
- Un bajo contenido en grasas, sodio y calorías permite su consumo en las dietas para adelgazar y en casos de hipertensión.
- Su alto contenido en fibra aporta propiedades laxantes, previene el estreñimiento, reduce la tasa de colesterol en la sangre y ejerce un buen control de la glucemia.