Vida sedentaria y envejecimiento son dos factores que favorecen la flacidez. Contra el paso del tiempo no podemos luchar, sin embargo, está en nuestra mano cambiar para mantener la vida activa que nos hará cumplir años de forma más saludable y feliz. En el caso de las mujeres, nos enfrentamos además a la presión de la imagen y a problemas de la edad como la osteoporosis (pérdida de fuerza ósea) y la sarcopenia (pérdida de masa muscular). ¿Qué podemos hacer para combatirlos y mantener esas piernas de cine de la juventud? ¿Está todo perdido cuando cumples medio siglo? Para nada.
Aunque hay que tener en cuenta varios aspectos como la propia experiencia personal, que se trate de una persona activa o sedentaria, si ha practicado algún deporte previo o si ha sufrido lesiones previas, para avanzar de forma adecuada lo más aconsejable es ponerte en manos de personal cualificado como ellos, que permita mantener una buena progresión, ir ganando confianza, aprender de cada entrenamiento y obtener mejores resultados antes.
Los especialistas aconsejan planificar rutinas para no caer en el sedentarismo y la pereza
Consejos para fortalecer la pierna:
El tren inferior, es decir, el grupo de músculos que están en las piernas es sumamente importante. Desde los pies comienza nuestro equilibrio y alineación del cuerpo. Para comenzar a esta edad lo ideal es empezar con entrenamientos de fuerza de baja resistencia, ejercicios monoarticulares y movimientos en máquinas guiadas. A medida que se vaya ganando confianza, se puede hacer una progresión hacia movimientos poliarticulares y con autocargas.
El cuerpo humano almacena los excedentes de energía consumida en forma de grasa. En el caso de las mujeres tiene mucha incidencia en esta zona. La mejor solución para este problema es una alimentación sana combinada con entrenamiento. Aunque sea una zona específica donde se suele acumular la grasa o celulitis no se puede tratar de forma localizada, lo ideal es enfocar el entrenamiento y la alimentación en una pérdida de % de grasa corporal y así disminuirá en las zonas problemáticas.
Cómo llevar una vida activa a partir de los 50:
Los especialistas aconsejan planificar rutinas para no caer en el sedentarismo y la pereza. Por ejemplo, si tu trabajo es delante de un ordenador, ponte alarmas en el móvil cada hora para realizar trabajos de fuerza, movilidad y estiramientos que te harán salir de la zona de confort.
Hay que intentar, dentro de nuestros hábitos diarios, variar intensidades y ejercicios, recomiendan los entrenadores expertos. Si estás acostumbrada a caminar, intenta ir por un sitio que tenga cuestas, cambiar tu recorrido por otro más largo o más difícil, cambios de ritmo (rápido y lento), coger la bici en lugar del coche o transporte público. Haciendo pequeños cambios en nuestro día a día podemos lograr grandes resultados a largo plazo.