Si queremos mantener un peso saludable y un buen estado físico es imprescindible limitar las grasas y reducir la ganancia de las mismas. Esto no entraña dificultad alguna y sólo es cuestión de adoptar hábitos de vida saludables que nos permitan mantener la masa muscular y reducir el porcentaje de grasa. En este artículo te enseñamos cómo reducir la ganancia de grasas en 3 sencillos pasos.
1. Para perder grasa lo primero es no ingerirla: hábitos dietéticos
Limitar la ganancia de grasas pasa por tener una alimentación equilibrada, donde los alimentos grasos que se ingieran sean saludables y dónde se eviten en el mayor grado posible productos ricos en grasas nocivas como las hidrogenadas o saturadas.
- Alimentos ricos en grasas hidrogenadas: alimentos precocinados como lasañas o canelones, productos de bollería industrial, mantecados, algunos turrones, bombones, algunos tipos de chocolate, crema de cacahuete, crema de cacao, algunos tipos de pan de molde… etc.
- Alimentos ricos en grasas saturadas: carne de cerdo, jamón, embutidos curtidos, leche entera y quesos maduros, crema de leche, mayonesa, bizcochos y pasteles, aceite de palma, de maíz y de coco, manteca, hamburguesas, carnes rojas, tocino y mantequilla.
Limitar la ganancia de grasas pasa por tener una alimentación equilibrada
El simple hecho de restringir estos alimentos permite controlar de una manera muy sencilla nuestro peso y reducir la ganancia de grasas. Pero es importante recordar que en cualquier dieta equilibrada las grasas son necesarias, por lo que sí se debe fomentar el consumo de alimentos ricos en grasas cardiosaludables.
- Alimentos ricos en grasas saludables: aceite de oliva, nueces, salmón, atún, almendras, cacahuetes, anacardos y aguacate.
Una dieta baja en grasas nocivas y con un porcentaje justo de grasas saludables nos ayudará enormemente a controlar nuestro peso y nuestra grasa corporal.
2. Ejercicio aeróbico y anaeróbico
El ejercicio es fuente de salud y resulta de gran utilidad para controlar y reducir la ganancia de grasas. Veamos cómo aprovechar al máximo sus beneficios.
El ejercicio anaeróbico o de fuerza, aquel que se realza con pesas, debe realizarse antes del ejercicio aeróbico. El motivo es consumir toda la glucosa obtenida de la alimentación para posteriormente, mediante el ejercicio de resistencia, poder quemar la grasa.
Además este tipo de entrenamiento es necesario para tonificar y aumentar la masa muscular. Un buen porcentaje de masa muscular garantiza un metabolismo rápido y un menor almacenamiento de grasas.
El ejercicio aeróbico resulta imprescindible para poder quemar las grasas. Además, no sólo se pierde grasa mientras se realiza el ejercicio, sino que al igual que sucede con el entrenamiento de fuerza, realizar deporte de forma regular permite aumentar el ritmo del metabolismo y reduce y controla los depósitos de grasa corporal.
3. Complementos nutricionales
El uso de complementos nutricionales puede ser de gran ayuda siempre que se limite la ingesta de grasas y se realice el ejercicio físico adecuado.
Nos vamos a centrar en dos tipos de complementos, uno va destinado a limitar las grasas que se ingieren a través de la alimentación y el otro a movilizar y quemar los depósitos de grasa ya existentes.
Chitosan: Tomar chitosan antes de las comidas permite que gran parte de la grasa que ingerimos no se absorba y sea eliminada directamente a través de las heces. Este tipo de complemento es útil ante comidas copiosas o transgresiones dietéticas.
L-Carnitina: Se trata de uno de los mejores complementos para deportistas. Tomar la L-Carnitina antes de realizar el ejercicio aeróbico permite movilizar los depósitos de grasa y aportar energía para la combustión.