Es un secreto a voces: las nuevas estrellas de las redes sociales son las fit moms, futuras madres asiduas al gimnasio que practican exigentes entrenamientos durante los meses de embarazo y los comparten con el mundo en Instagram o Facebook donde aglutinan miles de seguidores y acumulan otros tantos «me gusta». En este artículo veremos si es conveniente imitarlas.

Muchas mujeres no ven razón para dejar de machacarse en el gimnasio cuando están embarazadas. Y no hay que fijarse en atletas de primer nivel o en famosas para encontrar a futuras madres que entrenan durante la gestación, más allá del típico yoga o pilates, la natación o los largos paseos. 

La recomendación más común entre los ginecólogos es el reposo y el ejercicio físico moderado. La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) aconseja caminar, nadar y otros ejercicios como el pilates. Y aunque la gestante podría hacer bicicleta e incluso correr, no hay que hacer competiciones ni comenzar a practicar estos deportes, si antes de quedarse embarazada no lo hacía de forma habitual. Entre las contraindicaciones está la prematuridad del parto, con todos los problemas que esto conlleva tanto para la madre como para el bebé.

La recomendación más común entre los ginecólogos es el reposo y el ejercicio físico moderado

No comer por dos, sino entrenar por dos (si ya eres deportista)

Según los especialistas, no solo se puede ir al gimnasio cuando una mujer está embarazada, sino que debe hacerlo. Cuando estás embarazada no hay que comer por dos, pero sí hay que entrenar por dos. Es una suerte que mujeres famosas, como Irina Shayk, la modelo Bar Refaeli o la cantante Kelly Rowland, hayan lucido orgullosas sus barrigas entre pesas y máquinas de entrenamiento, ya que tienen una gran capacidad de influencia. Pero hay que matizar: ir al gimnasio es recomendable, si la futura madre es deportista habitual, siempre que el embarazo no presente alternaciones orgánicas, hipertensión o problemas de los músculos o los huesos graves, y siempre bajo supervisión y controles médicos.

Deporte Embarazo

La cosa cambia para quienes son sedentarias, tienen malos hábitos como fumar, padecen obesidad o sufren alguna enfermedad como diabetes, hipertensión o algún tipo de dolencia respiratoria. Entonces, el ejercicio es posible, pero no con la misma intensidad ni con las mismas pautas, y siempre bajo supervisión médica.

Y, por supuesto, es más aconsejable iniciarse en el deporte una vez se ha dado a luz. Es decir, si la resistencia física de la mujer no está a la altura, mejor abstenerse de imitar a las famosas.

Un estudio de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) afirma, además, que practicar ejercicios de resistencia durante el embarazo no tiene un impacto negativo en el desarrollo del feto. Mientras, ejercicios de baja intensidad, como el yoga o hacer aeróbic en el agua, alivian el dolor lumbar y reducen la tensión y el ritmo cardiaco.

La clave está en consultar con el médico. Y aunque no hay límite con la variedad del ejercicio recomendado, sí hay que vigilar la intensidad. Y también se debe abandonar los deportes que impliquen riesgo, como la bicicleta, ya que hay riesgo de caerse. Tampoco son aconsejables los deportes de contacto ni el submarinismo o la escalada.