Sabemos que una de las enfermedades más extendidas hoy en día es la ansiedad. Por eso, necesitamos encontrarnos con todas las técnicas y consejos posibles para poder enfrentarla y afrontarla de la mejor manera posible. Es cierto que los profesionales te indicará cómo hacerlo pero mientras no puedas entablar una cita con ellos, estamos nosotros para guiarte dentro de lo posible con la respiración abdominal.
Cuando la ansiedad llega a nuestra vida esta quiere controlarlo todo y por eso, nos suele limitar nuestras acciones de cada día. Algo que debemos frenar para poder recuperar nuestra rutina. Aparece cuando quizás menos lo esperamos, así que vamos a estar preparados, a tener un poco de paciencia y a poner en práctica las técnicas de respiración abdominal para relajarnos cuando lo necesitemos.
La ansiedad es una de las enfermedades más extendidas
Por qué es necesaria la respiración abdominal
Porque cuando estamos tranquilos es la respiración que solemos hacer. Justo debajo de los pulmones y en contacto con el abdomen nos encontramos con el diafragma. Este será el músculo protagonista a la hora de realizar nuestra respiración. Es importante y necesaria porque conseguiremos llenar los pulmones desde su parte inferior y será esa entrada de aire lo que nos haga sentirnos mucho mejor. Porque las respiraciones aceleradas no llegarán los pulmones de aire como bien necesitamos, sino que lo harán solo de modo superficial, sintiendo cada uno de los síntomas que la ansiedad nos deja en el cuerpo.
Las ventajas de una mejor respiración para la ansiedad
Gracias a este tipo de respiración podemos oxigenar mucho mejor el cuerpo, por completo. Esto hace que ya de entrada la sensación de bienestar se apodere de él. Podemos decir que hay una especie de limpieza en los pulmones, gracias a que el aire se expande por todos ellos y no se queda de un modo más superficial como antes mencionamos. A partir de ahí tendremos el control de nuestra respiración, algo que no sucede cuando la ansiedad se presenta, ya que el ritmo será más agitado. Al controlar la respiración controlaremos ese estado ansioso y el cuerpo se irá calmando. Al mismo tiempo también se va a estimular la circulación, así que como vemos, todas son ventajas.
Cómo respirar para controlar la ansiedad
Es una técnica que también en disciplinas como pilates podemos aprender. Lo mejor es que te tumbes boca arriba para que sientas mejor cada movimiento. Lógicamente luego no es necesario tener que tumbarnos cada vez que veremos respirar de este modo.
Colocar la mano sobre el abdomen y harás unas respiraciones cortas, intentando expulsar todo ese aire que había en tus pulmones para comenzar de cero, por decirlo así. Ahora comienzas a inhalar y tu abdomen será el que se mueva, es decir, la mano que tienes puesta en él. Evitando que sea el pecho quien realice ningún movimiento. Cuando hayas inhalado, guardas el aire unos 3 segundos y lo expulsas. Poco a poco irás aguantando más de esos segundos porque a medida que controles la respiración y que tu cuerpo esté más relajado el tiempo aumentará. Pero es cierto que aquí entra la paciencia, ya que no se puede hacer todo en un mismo día. Primero debemos controlar la técnica y luego el ir dando más pasitos hacia delante. Intenta concentrarte siempre en la respiración, en el trabajo que estás haciendo y deja los malos pensamientos que no te llevan hacia ningún lado.