Los ejercicios de respiración pueden incluirse dentro de una rutina de cuidado integral. Pueden aportar numerosos beneficios para nuestro bienestar en general y hacer que nos sintamos mejor y mucho más relajados. Es por ello que a continuación queremos ofrecerte una serie de ejercicios de respiración que pueden ayudarte a obtener un mejor estado de salud físico y psíquico. Estos ejercicios pueden combinarse con ejercicios de meditación.
1 - Inhalación y exhalación consciente
Lo primero que debemos hacer es colocarnos en el suelo en la llamada posición de loto. Esta forma de respiración proviene del yoga y es un buen inicio a la hora de relajarnos y conseguir una buena circulación del aire por nuestro organismo.
Lo que debemos hacer es intentar ser conscientes de nuestra propia respiración. Para ello, hay que imaginar el punto del inicio de nuestra garganta, donde termina nuestra lengua. Visualizaremos el aire entrando dentro de nosotros exactamente igual que cuando bebemos. Inhalaremos todo el aire que podamos y aguantaremos con él dentro de nosotros. Después exhalaremos despacio, siendo conscientes en todo momento de nuestra respiración.
Los ejercicios de respiración pueden incluirse dentro de una rutina de cuidado integral
2 - Respiración coordinada con el movimiento de los brazos
El segundo de nuestros ejercicios de respiración es uno indicado especialmente para combatir estrés y ansiedad. En primer lugar, debemos identificar la emoción que sentimos y, al mismo tiempo, debemos también identificar qué emoción nos gustaría sentir en su lugar. Ahora, nos colocaremos de pie, haciendo que todo nuestro cuerpo esté alineado. De esa forma, nuestros pies, cadera y pecho deben estar a la misma altura y nosotros debemos mantener la espalda recta.
Este tipo de respiración debe ser profunda. Cuando inhalemos debemos mover nuestros brazos como si estuviéramos metiéndolo dentro de nuestro pecho. Al exhalar, debemos hacer con nuestros brazos el movimiento como de estar echándolo fuera de nosotros. Es decir, mover nuestros brazos como si estuviéramos empujando fuera lo que queremos sacar de nosotros. La clave está en coordinar el movimiento de nuestros brazos con nuestra respiración.
Para ello, podemos hacerlo a mayor velocidad aunque siempre acompasando el movimiento. Este tipo de respiración debe hacerse por completo por la nariz. Es importante visualizar cuando exhalamos el aire que expulsamos de nosotros la emoción que queríamos sacar fuera.
3 - Ejercicios de respiración abdominal
El tercero de nuestros ejercicios de respiración es la respiración abdominal. Se trata de un ejercicio fundamental para conseguir la relajación con el que comenzaremos tumbándonos boca arriba. Como sabrás, es posible respirar con el pecho o con el abdomen (empleando el diafragma). En este ejercicio el propósito es bloquear la respiración de nuestro pecho y hacerlo solo con nuestro abdomen.
Una vez que estemos tumbados, podemos flexionar nuestras piernas apoyando la planta de nuestros pies en el suelo o colchoneta que estemos usando para hacer el ejercicio. Es una buena forma de controlar este tipo de respiración el colocar nuestra mano en el abdomen para así asegurarnos que sube él y no nuestra caja torácica.
Es importante repetir con frecuencia este ejercicio hasta conseguir dominarlo. Cuando lo hayamos hecho, podemos ayudarnos de un objeto pesado como un libro para levantarlo con nuestra propia respiración. Hay que repetir el ejercicio durante varios minutos. Naturalmente, mientras hagamos este ejercicio debemos procurar mantener nuestra mente centrada en la respiración. Con ello, conseguiremos hacer que nuestra mente no se centre en los pensamientos negativos o de otra índole y que nuestra respiración y su efecto maximice sus beneficios en nuestro organismo.
Beneficios de estos ejercicios de respiración
A continuación hablaremos de algunos de los beneficios que tienen este tipo de ejercicios de respiración para tu organismo.
- Mejora nuestra capacidad para absorber nutrientes
- Incrementa la cantidad y eficiencia de los glóbulos rojos
- Mejora la salud de nuestros pulmones
- Mejora el funcionamiento de nuestro sistema nervioso
- Mejora el funcionamiento del sistema circulatorio