Todo el mundo, en menor o mayor cantidad, se tira pedos (o tiene flatulencias, que es más fino). Y la mayoría no le da ninguna importancia porque se trata de un hecho normal en el ser humano... en la mayoría de los casos.

La flatulencia es el subproducto del sistema digestivo que descompone y procesa los alimentos y los nutrientes. El gas y el aire se acumulan en el tracto gastrointestinal cuando comes, masticas y tragas, parte del cual es absorbido naturalmente por el cuerpo y luego se libera en forma de pedo o eructo.

Tirarse pedos durante el día y la noche es en gran medida algo bueno. De lo contrario, la acumulación de gas puede provocar una hinchazón incómoda. En resumen, te hace sentir mejor. Pero eso no significa que debas ignorar por completo tus pedos. Prestar atención a su frecuencia, olor y si ocurren con algún síntoma gastrointestinal adicional puede darte pistas sobre tu cuerpo e incluso alertarte sobre algunas afecciones potencialmente graves.

Por eso, a continuación vamos a conocer algunos tipos de pedos y lo que pueden significar cada uno de ellos.

  • Te tiras muchos pedos y estás estreñido

Aunque la mayoría de las personas necesita esforzarse para consumir más fibra, los pedos que se ajustan a esta descripción pueden revelarte que estás comiendo demasiada. El exceso de fibra puede comenzar a causar gases, hinchazón, calambres y, paradójicamente, estreñimiento. Sucede porque la fibra aumenta y solidifica las heces. Si ingieres demasiada, el sólido de los intestinos puede volverse difícil de evacuar.

Para desbloquear la situación y detener el gas, bebe más agua y modifica tu consumo de fibra lentamente.

  • Te tiras pedos con frecuencia día y noche

Las bebidas carbonatadas podrían ser las culpables. El agua mineral, los refrescos y la cerveza pueden introducir más aire (y, por lo tanto, gas) en el tracto gastrointestinal, lo que hace que los pedos sean más frecuentes.

Persona con gases / Pixabay
  • Tus pedos huelen muy mal

Por naturaleza, los pedos no huelen muy bien. Pero si realmente apestan, la culpa puede ser de todos los alimentos con alto contenido de azufre de tu dieta. Los alimentos ricos en azufre como el brócoli y las coles de Bruselas emiten ese olor a huevo podrido cuando se descomponen en el sistema digestivo. Ese mismo hedor también puede ocurrir después de consumir otras verduras crucíferas (como la coliflor), ajo, cebolla, queso, alubias, frutos secos y vino.

En la mayoría de los casos, el mal olor no es motivo de preocupación. Pero si persiste, quizá convenga consultarlo con el médico. Es posible que el olor esté relacionado con la enfermedad inflamatoria intestinal o el síndrome del intestino irritable.

  • Tus pedos huelen mal y tienes problemas digestivos

Los pedos acompañados de dolor abdominal o molestias después de comer podrían atribuirse a una intolerancia alimentaria. El mejor ejemplo es si bebes leche o comes queso y luego siente calambres y flatulencia excesiva que también huele fatal. En ese caso, tendrías intolerancia a la lactosa. Prueba a eliminar los productos lácteos de tu dieta y comprueba si los pedos malolientes desaparecen. Si no es así, consulta con tu médico, que puede ayudarte a identificar qué alimento o grupo de alimentos sería el causante.

  • Te estás tirando más pedos y yendo al baño más de lo normal

El exceso de estrés puede afectar a tus pedos. Cuando estás bajo presión, puedes recurrir a comida que normalmente no consumes (como alimentos procesados), lo que puede afectar a tu digestión. El estrés también puede hacer que tragues y tragues más aire sin querer. Y, por supuesto, la ansiedad influye en tu sistema gastrointestinal y cambia la frecuencia con la que vas al baño.