La inactividad física y el sedentarismo son los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de diferentes enfermedades. En las sociedades occidentales, debido al incremento de comodidades en el hogar, el aumento de la tecnología o las largas jornadas laborales en trabajos cada vez más intelectuales, ha provocado que muchas personas lleven un estilo de vida sedentario lo cual es nocivo para la salud y el bienestar.
Los datos publicados por la OMS advierten que al menos un 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud. El sedentarismo es el cuarto factor de riesgo para la mortalidad en el mundo, y provoca el 6% de las muertes mundiales. Además, en España hay un 30% de personas sedentarias.
Muchos estudios investigan los efectos nocivos del sedentarismo
Estar sentado más de 6 horas al día provoca el 30% de enfermedades cardiovasculares, 23% de cáncer de mama y colon y el 27% de diabetes.
Los efectos negativos del sedentarismo
Ya que las consecuencias negativas del sedentarismo son muchas, a continuación mostramos algunas de las más destacadas:
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Obesidad: el metabolismo se ralentiza cuando una persona tiene un estilo de vida sedentario, por lo que es más fácil ganar peso.
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Debilitamiento de los huesos: la falta de actividad física provoca el debilitamiento óseo y provoca enfermedades como la osteoporosis.
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Fatiga: La baja condición física provoca que una persona se fatigue muy deprisa. Actividades cotidianas como caminar o subir escaleras suponen grandes retos físicos. Además, el colesterol aumenta.
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Problemas cardiacos.
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Propensión a desgarros musculares.
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Disminución de la elasticidad y movilidad articular, disminución de la habilidad y capacidad de reacción.
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Ralentización de la circulación con la consiguiente sensación de pesadez y edemas, y desarrollo de dilataciones venosas (varices).
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Dolor lumbar y lesiones del sistema de soporte, mala postura, debido al poco desarrollo del tono de las respectivas masas musculares.
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Tendencia a sufrir a enfermedades como la hipertensión arterial, diabetes, cáncer de colon.
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Desánimo, malestar, autoestima baja, descenso de la concentración
Cambios cerebrales provocados por el sedentarismo
Durante las últimas décadas, los investigadores han estudiado los beneficios psicológicos de practicar ejercicio, y han concluido que practicar ejercicio puede mejorar nuestras funciones cognitivas. Independientemente de la edad o la condición física, dedicar un tiempo para el ejercicio también produce cambios en el cerebro y muchos beneficios para nuestro bienestar mental.
Pero un estudio afirma que no solamente practicar ejercicio físico provoca cambios en el cerebro, sino que el sedentarismo también produce cambios cerebrales: en este caso, para mal. Un estilo de vida caracterizado por la inactividad física, puede cambiar la estructura de las neuronas, afectando negativamente a un individuo.