Hay veces en las que nos sentimos decaídos y no sabemos por qué. No ha ocurrido nada en especial pero no conseguimos alcanzar un estado de ánimo satisfactorio. En estos casos puede que la causa sean unos niveles de serotonina bajos.

Un ritmo de vida acuciado, una mala alimentación y la falta de ejercicio hacen que nuestro niveles de serotonina desciendan, provocando un estado de ánimo altamente variable y, por lo general, decaído. No obstante, existen maneras de aumentar la serotonina de manera natural. Las veremos a lo largo de este artículo.

 

Este neurotransmisor tiene la capacidad de llevar a cabo las reacciones químicas necesarias para aumentar nuestro de sentimiento de bienestar y satisfacción

 

Serotonina: la hormona de la felicidad

La serotonina es un neurotransmisor que se sintetiza, entre otros muchos lugares, en nuestro cerebro. Tradicionalmente, se le ha asignado el nombre de la “partícula de la felicidad” o el “neurotransmisor de la felicidad”.

El motivo es que la serotonina es la principal encargada de regular nuestro estado de ánimo. Este neurotransmisor, que también ejerce un papel fundamental en la regulación de nuestro funcionamiento intestinal, tiene la capacidad de llevar a cabo las reacciones químicas necesarias para aumentar nuestro de sentimiento de bienestar y satisfacción.

 

 

¿Cómo aumentar la cantidad de serotonina del cerebro?

Como se mencionaba anteriormente, existen formas de aumentar los niveles de serotonina en nuestro cuerpo. Aunque existen formas artificiales de mantener altos nuestros niveles de serotonina, hay muchas otras maneras naturales, y mucho más satisfactorias, de elevarla.

A continuación veremos una serie de recomendaciones o trucos que podemos llevar a cabo cuando sentimos que nuestro estado de ánimo no es muy positivo.

1. Intentar disminuir los niveles de estrés

Tal y como se especificaba al inicio del artículo, la serotonina puede ayudar a manejarnos mejor con el estrés. Sin embargo, cuando los niveles de este son excesivos, es el estrés el que ejerce una influencia dañina sobre la serotonina.

El estrés constante disminuye la serotonina y aumenta nuestros niveles de estradiol en sangre, la hormona del estrés, disminuyendo nuestra defensas y empeorando nuestra salud tanto física como psicológica.

2. Dieta variada y rica en triptófano

Es necesario insistir en la importancia de conseguir llevar una dieta nutricionalmente variada y equilibrada. La mayoría de los alimentos contienen triptófano. No obstante existen una serie de ellos que se distinguen por presentar un alto contenido de este aminoácido. Estos son:

  • Carne de pavo y pollo.
  • Pescado azul.
  • Lácteos.
  • Piña, aguacates y ciruelas.
  • Espinacas, remolacha, zanahoria, apio, dátiles y brócoli.
  • Frutos secos (que además aportan magnesio y omega-3).
  • Cereales integrales y arroz integral.
  • Semillas de sésamo y calabaza.
  • Legumbres como los garbanzos, las lentejas o la soja.
  • Chocolate negro.
  • Alga espirulina.

Por lo tanto, una dieta saludable que contenga estos alimentos diariamente nos ayudará a saciar nuestras necesidades de triptófano y, por lo tanto, a mantener altos nuestros niveles de serotonina.

3. Evitar el consumo de café y bebidas estimulantes

Las bebidas con un alto contenido en cafeína, como el café o algunos tipos de refresco o bebidas energéticas, aumentan la secreción de adrenalina y cortisol; sustancias que, como ya hemos visto antes, son las principales antagonistas de la serotonina.

Además, estas bebidas se caracterizan también por su alto contenido en azúcar, el cual las convierte en alimentos sumamente excitantes y de muy poco valor nutricional.

4. Realizar ejercicio físico

Es bien conocido que el ejercicio físico facilita el metabolismo de la serotonina y por lo tanto aumenta los niveles de esta.

Por este motivo realizar actividades físicas habitualmente puede ayudarnos a mantener altos nuestros niveles de serotonina, ya que además también aumenta nuestros niveles de triptófano.

5. Buscar lugares con sol y mucha luz

Otro compuesto que ejerce un potente efecto sobre la producción de serotonina es la vitamina D. Además de en los alimentos, esta vitamina D aumenta con la exposición a la luz solar. Estos rayos de sol son una importantísima ayuda para conseguir vitamina D, puesto que es sintetizada en la piel a partir de los rayos de este.

De esta manera, trabajar en espacios con mucha luz, realizar ejercicio al aire libre o dar un paseo por la naturaleza van a ser aliados perfectos a la hora de que nos sintamos emocionalmente bien y estables.