Los trastornos del sueño, también denominados parasomnias, no suponen un grave problema de salud ni para el desarrollo cerebral de los pequeños afectados, aunque algunos merman el descanso nocturno. El sonambulismo es una parasomnia frecuente en la infancia. El principal peligro son los accidentes derivados de caminar o salir a la calle dormidos. 

Caminar dormido, despertarse en otra habitación a la mañana siguiente, acudir a la cocina, abrir la puerta de casa y salir a la escalera o la calle, hablar, quedarse sentado en la cama… El sonambulismo es una alteración del sueño que consiste en levantarse o realizar otras conductas complejas mientras se está dormido

Sin embargo, este trastorno es mucho más frecuente en la infancia. La Academia Americana de Medicina del Sueño asegura que el 17% de los niños son sonámbulos en mayor o menor medida. Y el porcentaje más elevado se concentra entre los 8 y los 12 años de edad.

El sonambulismo suele producirse durante las fases 3 o 4 del sueño.

¿Qué hacen los niños sonámbulos?

El síntoma más habitual de los niños sonámbulos es caminar por la casa. Pero pueden producirse otros: quedarse sentado en la cama, a veces con los ojos abiertos, salir de la casa, hablar, vestirse o desvestirse… Incluso, hay quienes gritan. Son aquellos que, además, sufren terrores nocturnos y se despiertan sobrecogidos.

Sonambulismo
Sonambulismo

Por suerte, no es una alteración grave. En la mayoría de los casos, los episodios de sonambulismo ocurren como mucho una vez al mes. Se dan con más frecuencia en la infancia, ya que el cerebro todavía está en desarrollo, pero no tienen consecuencias. El único riesgo es sufrir un accidente por caminar dormido: el niño consigue abrir la puerta de la calle o se tropieza al andar por la casa.

Posibles causas del sonambulismo

No se conocen con exactitud cuáles son las causas de esta alteración. Aunque los expertos creen que se da con mucha más frecuencia en los niños que sufren estrés, falta de sueño, cansancio excesivo o fiebre. Además, hay autores que consideran que podría haber una causa genética.

Consejos ante un niño sonámbulo

No hay un tratamiento específico para el sonambulismo, aunque los episodios tienden a disminuir con la edad. En los casos más graves, el especialista puede prescribir fármacos tranquilizantes durante un tiempo. De todos modos, se pueden tener en cuenta algunos consejos para combatir esta alteración del sueño.

  • En primer lugar, evitar todos los factores que pueden desencadenar este trastorno, como el estrés, el cansancio excesivo o la falta de sueño. Es recomendable seguir una buena higiene del sueño (dormir con la luz apagada en una habitación tranquila, ir a dormir y levantarse a la misma hora, relajarse antes de ir a dormir…).

  • Al contrario de lo que mucha gente piensa, sí que se puede despertar a una persona sonámbula. Es más, puede ser lo más seguro para ella. De este modo, se evitan accidentes. Puede ocurrir que, al despertarse, el niño se muestre desorientado y confuso. Se aconseja acompañarlo a la cama y permanecer con él para tranquilizarlo hasta que se duerma de nuevo.

  • Es conveniente que la casa sea lo más segura posible para prevenir accidentes en el pequeño. Hay que cerrar la puerta de la calle y las ventanas de forma que no pueda abrirlas, retirar los cables u otros objetos que puedan hacer que tropiece y evitar que haya muebles con esquinas puntiagudas, entre otras.

  • Es preferible que el afectado no beba agua antes de acostarse. Tener la vejiga llena puede favorecer los episodios de sonambulismo.