El deporte activa el cuerpo, ayuda a mantenerlo sano, previene enfermedades y es fundamental para llevar una vida saludable. Sin embargo, la actividad física debe complementarse con un aspecto fundamental al que suele dársele menos importancia y dejar en un segundo plano: la relajación.

La relajación: básica para un cuerpo sano

Un cuerpo sano no sólo necesita una dieta saludable y actividad física sino también momentos de calma y en reposo total. El ritmo de vida actual hace que nuestro día a día sea muy estresante, con situaciones de tensión y ansiedad con graves consecuencias para nuestro organismo. Las técnicas de relajación permiten a nuestro cuerpo reconectarse y alcanzar un estado de tranquilidad y paz muy necesario.

Un cuerpo sano no sólo necesita una dieta saludable y actividad física sino también momentos de calma y en reposo total

Entre los beneficios de la relajación mental podemos destacar:

  • Combate el estrés y la ansiedad.

  • Aumenta los niveles de felicidad, optimismo y bienestar.

  • Mejora la concentración.

  • Aumenta el rendimiento de los deportistas.

  • Ayuda a conciliar el sueño y dormir mejor.

  • Disminuye la presión arterial.

  • Ayuda a saber gestionar después mejor situaciones de tensión, ira o enfado.

Existen diferentes métodos y técnicas de relajación cuya complejidad -al igual que con la actividad física- se va aprendiendo poco a poco a ida que se practiquen. Por eso, la constancia también es fundamental para obtener mejores resultados.

Relajación
Relajación

Relajación después de hacer ejercicio

La relajación es un aspecto básico a tener en cuenta cuando se practica deporte. De hecho debería incluirse siempre en un plan de entrenamiento independientemente de la modalidad que practiquemos. Al igual que no debemos saltarnos el calentamiento tampoco debemos pasar de la relajación. Después de estar en tensión el cuerpo necesita recuperarse, los músculos y articulaciones tienen que relajarse y estirarse bien para evitar lesiones, dolores musculares y contracturas. Aunque se suele poner énfasis en estos dos aspectos, en realidad es todo el cuerpo el que necesita un momento de relajación después de una actividad intensa. Además, estos ejercicios ayudarán a tener una mayor flexibilidad y una mejor coordinación y fluidez en los movimientos.

Ejercicios básicos de relajación muscular

Después del ejercicio físico el cuerpo necesita recuperar a la calma y a su frecuencia cardíaca habitual. Los estiramientos y ejercicios de respiración ayudan a conseguirlo y recuperar las pulsaciones de modo progresivo. Los básicos son:

  • Estiramiento de cuello y cabeza: debemos girar la cabeza lentamente realizando pequeños círculos, primero en un sentido y después en el otro. A continuación llevamos la cabeza hacia delante y hacia atrás con movimientos suaves.

  • Estiramiento de hombros: un ejercicio sencillo en el que basta con subir y bajar los hombros en dos tiempos.

  • Estiramiento de espalda: una opción es ponerse de rodillas, estirar bien los brazos hacia delante y los glúteos hacia fuera. Otra es la postura del gato: apoyarse en manos y piernas arqueando la espalda e inclinando la cabeza hacia dentro. A continuación hacer el movimiento contrario.