Internet y las redes sociales han favorecido la aparición de una nueva sociedad de la información, que ha permitido que las personas puedan informarse a tiempo real de lo que sucede en prácticamente todo el mundo. Esto ha permitido una extensión del conocimiento sin precedentes, pero también ha creado una cierta adicción entre ciertas personas que desarrollan una necesidad obsesiva de revisar constantemente las noticias. Pero… ¿qué consecuencias tiene?
Un estudio
Pues según esta investigación publicada por Health Communication, las personas “adictas” a las noticias tienen más probabilidades de sufrir estrés, ansiedad y problemas de salud física. Si nos fijamos en los últimos años y en la información aparecida en los medios, las malas noticias ocupan un lugar destacado. La pandemia de la covid, la invasión de Rusia a Ucrania, los tiroteos masivos o los incendios forestales devastadores… todas ellas han provocado un estado de ansiedad e impotencia importante en buena parte de la sociedad.
El hecho de estar expuestos a un ciclo de noticias de 24 horas de eventos en constante evolución puede tener un impacto grave en el bienestar mental y físico, porque provoca un estado constante de alerta máxima. Las personas se ven inmersas en un círculo vicioso que les lleva a obsesionarse con las noticias y buscar actualizaciones a todas horas para aliviar su angustia emocional. Pero no ayuda y cuanto más revisan las noticias, más comienzan a interferir con otros aspectos de sus vidas.
En el estudio, se demostró que de entre los que participaron en el trabajo, alrededor de un 16,5% mostró signos de consumo de noticias severamente problemático, hasta el punto que las noticias afectaron a su sueño, interrumpieron el tiempo con la familia y los amigos y dificultaron la concentración en el trabajo. Además, tuvieron un riesgo mayor de experimentar enfermedades mentales y físicas.
Otra investigación
No es la única investigación al respecto. Este estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Neurociencia Helen Wills y la Escuela de Negocios Haas, en la Universidad de California, Berkeley, concluye que la búsqueda de información genera unos mecanismos neuronales parecidos a los que se origina en el cerebro cuando se busca dinero.
Es decir, que la adición a la información es un hecho y la información en sí es una recompensa para el cerebro humano. Nos ocurre igual que con la comida basura, o las compras compulsivas de objetos que no necesitamos. Necesitamos consumir más aunque nos perjudica. Los expertos aconsejan acudir a un especialista cuando la adicción interfiere con la vida ordinaria de la persona.