El abdomen es la parte del cuerpo situada en la mitad inferior del tronco, ubicado entre el torso (del cual se encuentra separado a nivel interno por el diafragma) y la pelvis. En su interior se albergan la mayoría de órganos vinculados al sistema digestivo y parte del genitourinario

En lo que respecta a la musculatura, podemos encontrar una serie de músculos que proporcionan movilidad a la zona a la vez que protegen los órganos internos y ayudan a su correcto funcionamiento. Estos músculos están dispuestos a nivel lateral, posterior y anterior, y se pueden clasificar en transverso, oblicuos, piramidales y rectos.

Se combina el control de la postura y la respiración

El funcionamiento de dicha musculatura es de gran importancia, y cuando están entrenados permiten una mejor postura y capacidad de movimiento y funcionamiento de diferentes partes del cuerpo. Así pues, entrenarlos puede suponer una gran ventaja, y para ello resulta de gran utilidad la realización de ejercicios de tensión y distensión, cosa que tradicionalmente se ha hecho mediante la realización de abdominales, que normalmente requieren de su tensión mediante movimientos constantes y repetitivos. 

abdomen

Un abdomen fuerte es clave para el cuerpo

Los abdominales hipopresivos: funcionamiento general

Los abdominales hipopresivos son un tipo de ejercicio dedicado al trabajo de la conocida como faja abdominal a partir de la tensión y distensión de la musculatura más profunda

Si bien el control de la respiración es fundamental en la mayor parte de actividades y ejercicios físicos, en los abdominales hipopresivos adquiere una significación aún mayor debido a que en su mayoría se trata de ejercicios realizados durante momentos de apnea respiratoria

Se trata de lograr realizar una presión negativa en nuestro abdomen y parte de la pelvis, de manera que se produce la reacción refleja de los músculos interiores. Se trabajan especialmente los músculos oblicuos y transversos. 

¿Cómo se realiza este ejercicio?

Para realizarlos se combina el control de la postura y la respiración. Básicamente se provoca la apnea o cese de la respiración tras estirar el diafragma en un postura que favorezca el autoestiramento y abriendo la caja torácica mientras se inhala para intentar mantenerla abierta al exhalar. 

Tras exhalar y antes de inhalar se realiza la apnea (es decir, se está unos segundos sin respirar), observándose una especie de succión en el abdomen. En resumen, se trata de expulsar todo el aire y posteriormente aguantar la respiración mientras se expande el tórax y se encoge la tripa, para mantener la tensión y finalmente dejar de tensar y volver a inspirar. Se recomienda hacer varias series regularmente para observar resultados (aproximadamente veinte minutos al día).

Este tipo de ejercicios fueron elaborados a partir de la observación de las posibles dificultades o consecuencias negativas de la realización de abdominales tradicionales. Sin embargo es necesario tener un cierto control a la hora de hacerlos ya que pueden generar algunos problemas de tipo mecánico si se hacen mal y de forma descontrolada.