Los alimentos que consumimos pueden ser naturales o procesados. Cuanto más naturales, menos procesados. Esto es positivo para la composición de nutrientes de los alimentos (conservan todas sus propiedades) pero no está exento de riesgos.

El procesado de los alimentos existe precisamente para hacerlos más duraderos en el tiempo y más seguros para su consumo. Y sí, intentar dejarlos libres de toxinas. Os vamos a ofrecer unos sencillos trucos para poder comprar alimentos en su estado más puro posible (ecológico) y procesarlos nosotros mismos.

Sencillos trucos para nuestra salud

Toxinas: procesa tú mismo tus alimentos

  • Lavar las hortalizas con abundante agua, o solución de hipoclorito sódico comercial para evitar consumir microorganismos indeseables patógenos.
  • También lavar el arroz salvaje para eliminar impurezas.
  • Hacer puré de verduras dejando ebullir el puré unos minutos. Perderá algunas vitaminas pero te asegurarás de que la piel de los vegetales que incluyas no tienen bacterias.
  • Cuando hagas gazpachos o sopas frías, refrigerarlas para tomarlo a baja temperatura (5-8 ºC) y así acabar con enterobacterias patógenas que viven entre los 35-39 ºC.
  • Quitar con la espumadera la espuma que se acumula en la parte superior de los caldos. Donde se acumulan las impurezas, bacterias, suciedad que pudiese llevar la piel de los animales en cocción.
  • Hornear el pescado en papillote en vez de comprar las varitas de merluza rebozadas, para consumir pescado de verdad con sus atributos, sin bacterias. Pero sobre todo sin esa capa de rebozado que empaña las grandes cualidades del pescado.
  • Congelar el pescado fresco antes de cocinarlo. Perderá algo de textura, pero también evitarás la probabilidad de contraer anisakidosis, hipersensibilidad a este tipo de gusano que parasita a los peces.
  • Mejor compra quinoa en seco y cuécela tú.
  • Realiza tú mismo los aliños de las ensaladas y las salsas para el segundo plato. Será siempre más saludable y menos energética esa salsa a la que compres en un bote de plástico.
Toxinas

Deshidrata tú mismo las frutas

Puedes desecar o deshidratar tú mismo distintas frutas, pues al quitarles el agua aumentas su vida útil y es más difícil que se echen a perder por bacterias. Al no existir casi agua disponible (y la poca que queda está saturada de solutos) no crecen microorganismos en su interior. Esto que en España es poco popular, en Irán, Irak, y Siria es muy común, por ejemplo con el plátano.

Con estos sencillos trucos puedes convertirte en un procesador de alimentos saludable, y asegurarte de que te estás alimentando de un modo natural y seguro. Como sabemos, la alimentación es fundamental a la hora de mantenernos saludables y de llevar un estilo de vida equilibrado.