¿Eres de esas personas que ganas peso casi sin darte cuenta? La genética y el metabolismo de cada persona están íntimamente vinculados a una mayor o menor propensión a engordar. La realidad (un poco incómoda) es que existen factores de tu cuerpo que son complicados de cambiar, y por tanto tener unos kilitos de más es algo que muchas personas no pueden remediar fácilmente.

Sin embargo, hay motivos (científicamente comprobados) que invitan al optimismo de aquellos que quieren adelgazar. No solo ganamos peso por tener una "mala genética", ni tampoco por comer mucho o practicar poco deporte. De hecho, recientes estudios muestran que, más que la cantidad de lo que ingerimos, influye la calidad (la baja calidad, se entiende) de lo que nos entra por la boca, y que habitualmente va a parar a los tejidos adiposos (michelines, cartucheras, barriga...).

Rebajar los niveles de ansiedad ayudan a adelgazar

Trucos Adelgazar

Trucos psicológicos que te ayudarán a adelgazar

A nivel psicológico, hay algunos trucos que nos pueden ayudar a adelgazar. Siguiéndolos, es posible crear las dinámicas psicológicas y nutricionales adecuadas para adelgazar y mantener una buena salud.

1. Quita de tu vista aquellos alimentos que no quieras comer

Si tienes ante tus ojos alimentos que para ti son tentaciones irresistibles (normalmente suelen ser alimentos ricos en grasa o azúcares…), te va a ser más difícil no probar mordisco. Estimula tu vista con alimentos sanos: pon a la vista fruta fresca y alimentos sanos, y esconde refrescos, comida chatarra y dulces.

2. Habitúate a practicar deporte poco a poco

La alimentación es importante, pero las calorías que ingieres diariamente tienen que quemarse si tu objetivo es adelgazar. Es una obviedad que practicar ejercicio físico te va a ayudar a perder peso. Además, debes tener en cuenta que hacer deporte te reporta múltiples beneficios a nivel psíquico, que pueden hacer que empieces a vivir la vida de un modo más saludable y la comida pase a ser mucho menos importante para ti.

3. Líbrate de la ansiedad

Hay un montón de malos hábitos a la hora de comer que están sustentados por el mismo factor común: la ansiedad. Estar ansioso puede llevarte a comer entre horas y/o a comer más de la cuenta… ¿sabes qué es el trastorno por atracón? Si logras controlar tu ansiedad, notarás que no sientes tanta necesidad de comer.

4. Nunca vayas a comprar al supermercado con hambre

Está más que demostrado que ir de compras con el estómago vacío es una mala opción. Al tener más hambre, vas a ser más proclive a comprar alimentos que te seduzcan por los ojos, sobre todo aquellos que contengan altas dosis de glucosa (azúcares), que es precisamente lo que te falta en la sangre cuando estás hambriento. Por cierto, tampoco vayas a comprar enfadado, también tenderás a comprar de más.