En los últimos meses, la investigación está arrojando importantes novedades en la lucha contra los diferentes tipos de cáncer. En lo que al de mama se refiere –el más frecuente entre las mujeres en España– se ha presentado un estudio liderado por la Clínica Universidad de Navarra que ha demostrado la eficacia clínica de la combinación de vacunas antitumorales con células dendríticas –un tipo de células que juega un papel esencial en la respuesta inmune junto con la quimioterapia previa a la cirugía– en mujeres con cáncer de mama localizado.
Los resultados de este estudio han sido publicados en la revista Therapeutic Advances in Medical Oncology y señalan que, “en comparación con un tratamiento estándar basado sólo en la quimioterapia, la adición de la vacuna antitumoral supone un mayor número de respuestas tumorales completas –desaparición total del tumor–, con una excelente tolerancia y una estimulación añadida del sistema inmunológico”.
La investigadora principal del estudio es la Dra. Marta Santisteban, especialista en Oncología Médica de la Clínica Universidad de Navarra. Según declara, “aunque no hemos llegado a ver cambios estadísticamente significativos en supervivencia global, sí existe una tendencia a un beneficio en los primeros cinco años de tratamiento, que ha demostrado ser completamente seguro para las pacientes y con modificaciones tanto en el tumor y su entorno como en una mejor actividad del sistema inmune”.
El estudio
La investigación ha durado más de ocho años y cuando se inició, la inmunoterapia no se empleaba como tratamiento para el cáncer de mama. De hecho, a día de hoy está aprobada como tratamiento estándar por la FDA estadounidense en este escenario, pero todavía no se ha autorizado su aprobación por la Agencia Europea del Medicamento ni por la española, a pesar de los beneficios demostrados.
Se ha llevado a cabo con pacientes recién diagnosticadas con un sistema inmune intacto. “Hemos identificado biológicamente un grupo de pacientes con cáncer de mama triple negativo con baja expresión de la proteína PD-L1 que se benefician especialmente de la adición de las vacunas a la quimioterapia. Esto hasta ahora no se sabía”, aclara la Dra. Santisteban, que añade que “de ahora en adelante, el objetivo será seleccionar mejor aquellas pacientes que se vayan a beneficiar de esta terapia para mejorar su pronóstico y su calidad de vida”.
La Dra. Santisteban forma parte del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama como representante del grupo de trabajo de estudios en fases tempranas en cáncer de mama del Breast International Group (BIG), una de las mayores organizaciones académicas mundiales en investigación en cáncer de mama.
“La posibilidad de participar en el diseño de nuevos estudios que impacten en el manejo y en la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama; así como el facilitar la llegada de estos estudios a nuestras pacientes en la práctica clínica diaria es un enorme privilegio”, subraya.