Así como en invierno nada mejor para entrar en calor que una deliciosa sopa recién hecha, en verano no tienes por qué prescindir de ellas porque también es un buen momento para disfrutarlas en su versión fría. A pesar de que en España la sopa fría por excelencia es el gazpacho (no hay provincia donde no se cocine, a pesar de que sus orígenes son andaluces), también tenemos alguna otra receta como el ajoblanco que compite e sabor con el tradicional plato a base de verduras y tomate.

En verano no tienes por qué prescindir de las sopas

Si necesitamos algo en verano, es beber mucha agua y hay platos que nos pueden ayudar a tener el nivel adecuado de hidratación, como las sopas frías. Platos que son una magnífica opción para comer sano y que, en la mayoría de las ocasiones, son muy fáciles de preparar. Las sopas frías también pueden ser una estupenda alternativa a las cenas en verano, porque las prepararás de manera rápida y podrás hacer una cena de muy pocas calorías y baja en grasas, por lo que son un modo eficaz de controlar tu peso, que suele subir en verano a causa de los helados y las salidas a las terrazas.

Tanto si te gusta probar nuevos sabores como si te apetece aligerar un poco las cenas y darle un descanso a tu 'body' de cenas o comidas pesadas, atenta a estas cinco opciones de sopas frías perfectas para el verano que pueden ayudarte a controlar tu peso. Deliciosas, fáciles de preparar... ¡Y cargadas de micronutrientes!

1. Sopa fría de piñones y nueces

Esta sopa es un tanto distinta a las demás ya que combina los frutos secos con las verduras. En una sartén freímos los piñones a fuego suave para darles un sabor más intenso y los pasamos al vaso de la batidora con las nueces peladas y troceadas. Añadimos un diente de ajo, pimiento verde y caldo de verduras y se tritura todo bien. Tras esto, se incorpora nata y se rectifica de sal y pimienta. Para finalizar, se le da un toque con aceite de oliva.

2. Vichyssoise, sopa fría de puerros

Si no fuera por el gazpacho, quizá la Vichyssoise sería la sopa fría más conocida. Prepararla es muy sencillo. Primero, limpia bien los puerros y deshecha la parte verdosa (y quédate con la parte blanca). Tras esto, limpia y corta la cebolla y rehoga el blanco del puerro y la cebolla con un poco de aceite y sal a fuego bajo. Cuando el puerro y la cebolla estén blanditas añadimos las patatas cortadas y rehogamos en conjunto. Tras esto, se añade el caldo de ave (o de verduras o el agua) hasta cubrirlo todo y se deja cocer durante 20 minutos. Cuando esté cocido, se retira parte del caldo y se reserva por si nos hace falta más tarde para dar la consistencia que más nos guste. Para finalizar, se tritura y se añade nata o leche, y removemos. En función del espesor que obtengamos, le añadiremos parte del caldo que teníamos reservado, sazonamos al gusto y guardamos la vichyssoise en la nevera. ¡Lista para comer!

Vichyssoise
Vichyssoise

3. Tarator o sopa fría de yogur

El tarator es un plato de origen búlgaro que en muchos países se cocina casi a diario. Primero pelamos y picamos un pepino y un ajo bien fino y colocamos la mezcla en un vaso de batidora. Le añadimos un yogur, lo ideal para esta receta es un tipo griego más cremoso e intenso. Luego se le añade un poco de agua y se comienza a batir. Si queremos que nos quede menos denso podemos agregar un poco más de agua. Rectificamos de sal y pimienta, al gusto.

Pelamos y picamos las nueces. Se puede añadir eneldo para decorar y tras salpimentar al gusto.

4. Sopa fría de tomate y melocotón

Con esta sopa fría conseguiremos un plato rico en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Prepararla es muy fácil, solo tendrás que lavar y pelar los ingredientes (500 grs de tomates maduros, 200 grs de melocotón, 50 grs de cebolla, 50 grs de pepino, aceite de oliva y hierbabuena), cortarlos en trozos medianos y meterlos en la batidora para que quede una consistencia fina y cremosa. Rectificar la sal y el vinagre y enfriar antes de servir.

5. Gazpacho de remolacha

Es como el gazpacho tradicional pero se le pone media porción de tomate y media porción de remolacha hervida. Le dará un sabor diferente, refrescante y un poco dulzón, por lo que quedará fantástica si le añades unas hojas de cilantro.