Con los cambios de estación es normal sufrir pequeños problemas de salud. El cuerpo debe adaptarse de pronto a temperatras diferentes y a los virus y bacterias presentes en el aire, lo que obliga al máximo a nuestro sistema inmune. Por eso tenemos que ayudarlo. Descubre cómo fortalecer nuestras defensas con vitamina C.

Nuestro sistema inmune es una compleja red de mecanismos químicos y biológicos que han evolucionado durante miles de años para defender nuestro cuerpo de las amenazas a nuestra salud. En algunos períodos del año, como durante los cambios de estación o en momentos de estrés particular, es muy importante cuidar nuestro sistema inmunológico para que siga funcionando de la mejor manera. Solo así nos protegerá de enfermedades asociadas a la nueva estación, como la gripe, los resfriados, la tos, así como virus y bacterias.

Cuidar nuestro sistema inmunológico es clave

Y es que con el fin del verano y los primeros fríos pueden aparecer también los primeros problemas de salud. El estrés de volver al trabajo y los compromisos de otoño aumentan la presión sobre nuestro cuerpo. El sistema inmune, si es presionado fuertemente, puede llegar a fallar. Es por eso por lo que debemos prevenir el colapso de nuestras defensas, pero ¿cómo podemos hacerlo?

Vitamina C
Vitamina C

Vitamina C: inmunoestimulante y más

Todos sabemos que la mejor manera de fortalecer nuestro sistema inmunológico es suministrándole una cantidad adecuada de vitamina C. La naturaleza nos ofrece su ayuda todo el año, produciendo frutas y verduras ricas en esta sustancia en cada época del año. Los alimentos naturales ricos en vitamina C son las fresas, cítricos o la achicoria roja, pero también el brócoli y los tomates.

Aunque la vitamina C es un elemento esencial para nuestra salud, nuestro cuerpo no la produce de forma natural. Una dieta equilibrada es fundamental para ingerir la cantidad recomendada. ¿Pero cuánta vitamina C deberíamos tomar todos los días?

Hay diferentes opiniones: de acuerdo con la opinión médica común, 60/90 mg por día para un adulto promedio sería suficiente. Pero hay algunos médicos que sugieren un requisito mucho más elevado. Linus Pauling, Premio Nobel de química en 1954, sugirió dosis diarias de 1.200 mg. Fue el científico estadounidense quien propuso por primera vez que la vitamina C podría usarse para fortalecer el sistema inmune y tratar los resfriados.

Una investigación realizada por el grupo Cochrane en 2007 mostró que la ingesta de altas cantidades de vitamina C (200 a 1,000 mg) puede reducir la incidencia de resfriados en atletas hasta en un 50%. ¿Pero cómo funciona la vitamina C en nuestro cuerpo?

Vitamina C: propiedades

La vitamina C, o ácido ascórbico, es una sustancia esencial para nuestra salud y es fundamental para muchas funciones de nuestro cuerpo:

  • Es un inmunoestimulante
  • Tiene propiedades antiinflamatorias
  • Es un poderoso antioxidante
  • Es antiviral y antibacteriano
  • Contribuye a la síntesis del colágeno
  • Favorece la absorción de hierro de los alimentos
  • Previene la hipertensión y el colesterol alto