En la escuela nos enseñan una educación sexual pésima. Tanto que todavía hay quien se escandaliza cuando ve juguetes eróticos o se echa las manos a la cabeza cuando se habla de orgasmos. ¡Y estamos en pleno siglo XXI! Los tabúes asociados a cualquier tema sexual han sido una constante desde que nos contaron que Eva salió de la costilla de Adán, aunque también es importante recalcar que se han hecho muchos pasos hacia adelante en materia de concienciación sexual, ayudando a quitar el estigma de un hecho que nos alegra la vida a todos.
¿Pero qué pasa con los juguetes sexuales? ¿Están bien vistos o siguen estando señalados por mentes cerradas y perfiles retrógrados? Afortunadamente, la balanza se está decantando cada vez más hacia la naturalización de estos aparatos, aunque también es cierto que se siguen afirmando algunos mitos en torno a la diversidad sexual relacionados con el uso de juguetes. Y no, ni los juguetes sexuales son solo para las personas solteras, ni para aquellos insatisfechos o para gente promiscua: el placer no entiende de personas, de identidades, o de situaciones sentimentales y de eso, la tienda erótica online Diversual, sabe un montón.
Lo mejor de los juguetes eróticos es que permiten salir de la rutina a cualquiera. ¿Y quién no quiere probar nuevas realidades para ver las estrellas? El colectivo LGTBIQ+ ha visto como su sexualidad ha estado oprimida durante siglos y ha encontrado en los juguetes una auténtica revolución para explorar su sexualidad y disfrutarla sin ataduras. ¿Qué tipos son los más deseados en parejas de este colectivo? “Más allá de los clásicos vibradores, dildos o masturbadores, existe una gran multitud de aliados del placer esperados a ser descubiertos”, cuenta la tienda online. Cualquier juguete puede ser usado en una pareja LGTBIQ+ y aquí se propone una selección. Y es que no es fácil elegir el complemento ideal entre tantas alternativas: de hecho, Diversual cuenta con más de 6.000 productos sexuales.
Aunque se les relacione estrechamente con las parejas lésbicas, lo cierto es que se trata de un complemento erótico para cualquier tipo de pareja. Lo hay que tienen huecos para aprovechar y aumentar el tamaño con el que se estimula, con vibración o sin ella. Y es que los arneses sexuales son un gran descubrimiento para jugar en pareja.
Que levante la mano quien no ha probado todavía el super icónico succionador de clítoris que ha revolucionado el orgasmo femenino. Si llevas los últimos dos años en una cueva, debes saber algo claro y conciso: las personas con vulva llegan al clímax en menos de 3 minutos. Soltera, casada o poliamorosa, ¡qué más da! Los succionadores son ideales para compartir más y mejores orgasmos en pareja.
Sin duda, los dildos y los vibradores son los juguetes que todos conocemos. Son grandes aliados del placer en pareja - sobretodo en el sexo lésbico - con un añadido sumamente útil si se busca obtener placer al mismo tiempo que se da: de hecho, existen algunos dobles que permiten una estimulación simultánea sin tener que turnarse para ello.
Menos conocidos pero igual de maravillosos, la principal función de los anillos para penes es conseguir erecciones más potentes y duraderas, pero se han convertido en el compañero ideal para muchas parejas. La vibración es una gran victoria porque potencia la estimulación tanto de la persona que penetra como de la que recibe la penetración, siendo ideal como reclamo para personas con pene gays que quieran ver las estrellas.
Apta para todo el abanico de posibilidades que engloba la diversidad sexual, és uno de los juguetes más versátiles, las balas vibradoras permiten estimular cualquier zona del cuerpo, y ahí precisamente reside su gran valor. Tiene una fuerte vibración y es ideal para llevar a todos lados, por ser pequeña y fácil de transportar, además de muy fácil en su uso. Si quieres un complemento perfecto, las balas vibradoras son tu mejor opción para innovar en cualquier postura.
Estas son algunos de los juguetes eróticos más populares, aunque hay muchísimas alternativas ma´s para hacer volar la imaginación y poder transformar nuestras relaciones sexuales.