Àltima, la empresa funeraria catalana que presta servicio a través de 35 tanatorios, 11 complejos crematorios y 18 cementerios a 247 municipios de Catalunya y Baleares, ha iniciado un plan para fomentar el autoconsumo energético a través de la instalación de placas fotovoltaicas a cuatro de los centros que gestiona: Ronda de Dalt (Barcelona), Sitges, Castelldefels-Gavà y Figueres. Àltima inicia este proyecto después de una prueba piloto llevada a cabo en el Tanatorio de Vilafranca del Penedès, que ha sido el primero de la compañía a incorporar paneles solares, el año pasado.

Esta medida se enmarca en el compromiso de Àltima para la sostenibilidad, ámbito en que la empresa basa la totalidad de su estrategia de desarrollo empresarial. "Queremos seguir apostando por el uso de energías limpias y renovables, ahora también a través del uso de placas solares. De momento, después de Vilafranca, arrancamos el proyecto en cuatro tanatorios más de Barcelona y Girona, con la previsión de instalar a más centros donde disponemos del espacio adecuado para poder incorporar este sistema", expone Alfonso Galdo, director de Mantenimiento, Calidad y Medio ambiente de Àltima. "La experiencia de Vilafranca ha sido positiva, ya que con la puesta en marcha de las placas fotovoltaicas en este equipamiento, hemos conseguido un 56% de ahorro de consumo energético, equivalente a 17,4 toneladas de CO2 en lo que llevamos de año".

La compañía inicia un plan para instalar placas fotovoltaicas en cuatro centros de Barcelona y Girona

Esta iniciativa se suma a otra acción que Àltima ha puesto en marcha en el último año para contribuir al uso de la energía limpia y a la reducción del impacto ambiental con la renovación de la totalidad de la flota de vehículos de la compañía para que sea 100% eléctrica en el 2024. Desde la puesta en marcha de este plan, Àltima ya se mueve exclusivamente con esta energía limpia en todos los centros del Baix Llobregat y el Barcelonès, donde dispone de un total de 36 vehículos, entre fúnebres, ambulancias y comerciales. El objetivo es llegar a las 70 unidades cuando se complete el programa, que también contempla 70 puntos de recarga en los aparcamientos de los centros que la empresa tiene por toda Catalunya.

Vehículos de Àltima eléctricos aparcados delante de uno de los tanatorios de la funeraria

Àltima promueve la renovación de la flota de coches, que actualmente ya dispone de 35 unidades, para que sea 100% sostenible en el 2024

Medidas como estas contribuyen también a la reducción de la huella de carbono de Àltima, que la empresa mide desde hace siete años, con el objetivo de actuar ante la emergencia climática de una forma más eficiente, diseñando estrategias reales que generen un impacto positivo en la salud de las personas y en el entorno más próximo.

Entierros más sostenibles

La conciencia por la sostenibilidad hace años que está presente en Àltima, que cuenta con varias opciones para que los entierros sean totalmente respetuosos con el entorno. En este sentido, desde este 2022, Àltima ofrece a todos sus centros féretros ecológicos y respetuosos con el medio ambiente, libre de barnices, tejidos sintéticos, cristales o elementos metálicos. También, más del 40% de los usuarios escogen urnas biodegradables, elaboradas con arcillas, sal o madera natural. "Las empresas y las personas estamos cada vez más sensibilizadas con la protección del medio ambiente y también, desde los servicios funerarios, es esencial que nos adaptemos a esta realidad. En el momento de escoger como quieren el funeral, nos damos cuenta de que las familias prefieren ser sostenibles", afirma Jaume Echaurren, director general de Àltima. 

Àltima nace de la unión de tres empresas familiares con más de 300 años de experiencia en el sector funerario.

La compañía ha sido pionera en el desarrollo de varias alternativas para que el último despido sea más respetuoso con el entorno. Así, dispone del servicio Planta viva, puesto en marcha el año pasado, que permite confeccionar las tradicionales ofrendas florales al difunto (coronas o centros) a partir de macetas con plantas vivas procedentes de planteles de Catalunya. De esta manera, se potencia el uso de flor viva y de proximidad, y se disminuye el uso de flor cortada importada, contribuyendo a la reducción de la huella de carbono y a la disminución de las mermas de flor natural.

En el ámbito de los cementerios, Àltima también ha implementado servicios sostenibles para el destino de las cenizas. El recinto de Roques Blanques, en el Papiol (Barcelona) es el que engloba más alternativas de este tipo, como el Camino del bosque (un espacio que permite enterrar las cenizas en una urna biodegradable, conformando un camino rodeado de naturaleza y que ya supera los 1.000 servicios), el Bosque de la calma y los Árboles familiares (para inhumar la urna ecológica al lado de un árbol autóctono del Parque de Collserola, que ya lleva más de 2.200 árboles plantados) o el Jardín y la Fuente del reposo (donde poder derramar las cenizas en un jardín zen o diluirlas en el agua de una fuente). Desde Roques Blanques, que cuenta con el registro ambiental europeo EMAS, Àltima también promueve la colaboración con varias entidades para preservar la flora y la fauna autóctonas del Parque Natural de la Sierra de Collserola. En esta línea, ha desarrollado proyectos para la protección de las abejas (Apiari didáctico), los anfibios (con la construcción de una balsa), o los murciélagos (con la instalación de una estación de escucha y varias cajas refugio).